Cuidemos las rodillas de los jóvenes

La segunda causa de consulta traumatológica entre los jóvenes, después de los tobillos, es la rodilla. Una articulación compleja que debe ser tratada a tiempo para evitar complicaciones a futuro.


Durante la juventud, y dependiendo de la edad del afectado, se presentan diferentes tipos de lesiones a la rodilla. Entre los ocho y los doce años, son frecuentes las contusiones que producen tendinitis o esguinces de rodilla, o sea, distensión de ligamentos, tanto medial como lateral.

Al crecer, la exigencia física introduce nuevas lesiones. A los deportes tradicionales los jóvenes suman la práctica de deportes como el skate. En estos casos, aparecen problemas de meniscos y de ligamento cruzado anterior, que son más graves.

Causas

  • Uso inadecuado del calzado deportivo. Es común que el joven use un mismo tipo de zapatilla para todo. No es igual una para trotar, una para jugar fútbol o para salir. Cada una entrega una protección diferente.
  • Mala elección y preparación de momentos y lugares en que se hace deporte. La mayoría de las lesiones ocurre en el recreo: fútbol intenso por 10 minutos, jugado con uniforme y hasta bototos.
  • Inadecuada supervisión de profesores de educación física o entrenadores.
  • Temeridad o falta de control del adolescente, quien no le teme al peligro y se hace piruetas difíciles de controlar.

Qué hacer

  • En el lugar del accidente se debe inmovilizar la rodilla afectada y aplicar hielo o frío local, nunca calor.
  • Llevar inmediatamente al Servicio de Urgencia para la evaluación lo más precoz posible por un especialista. En caso de sufrir un golpe fuerte en la rodilla, es muy importante consultar a tiempo. A veces puede haber una lesión grave y no basta con vendar la rodilla en la casa.

Exámenes y tratamiento

Lo básico es una buena evaluación médica, radiografía e inmovilización, dependiendo de la lesión. Sólo en los controles posteriores se definirá si es necesaria la rehabilitación complementaria o estudios asociados, como una resonancia magnética. Por esto, es clave el seguimiento de la lesión por un médico.

Hay padres que creen que es indispensable practicar una resonancia magnética como parte de la evaluación. Este examen es costoso y muchas veces no es necesario de efectuar en forma inmediata ya que el diagnóstico inicial no lo requiere.

En caso de lesión de ligamento cruzado anterior o meniscos, se necesitará una intervención quirúrgica, la que es diferida y programada.

Prevención y secuelas

No todas las lesiones son prevenibles. Un deportista de fin de semana, puede tener lesiones por fatiga muscular o equipamiento poco adecuado, que podría haber evitado. Pero una persona bien entrenada, en una buena cancha, con indumentaria correcta y un calentamiento previo, igual puede sufrir un accidente.

La rodilla es una articulación compleja y tiene muchos elementos involucrados que pueden lesionarse. Afortunadamente, la flexibilidad de los jóvenes frente a estos traumatismos permite que caídas y golpes serios en ocasiones no tengan manifestaciones tan graves.

Cuando hay lesiones que no son bien tratadas, las secuelas pueden ser complicadas: desde dolor permanente, incapacidad para practicar actividad física o deportiva en forma normal, hasta una artrosis.