Fiebre en niños
La fiebre puede ser un mecanismo defensivo frente a una determinada infección, facilitando la respuesta inmune o inhibiendo el crecimiento de un virus y bacterias. Aprende cómo bajarla.
La fiebre se produce cuando el “termostato” interno del cuerpo aumenta la temperatura corporal por encima de su nivel normal en respuesta a una agresión determinada, ya sea una reacción inflamatoria inespecífica o directamente por la acción de componentes microbianos.
Este termostato se encuentra en la parte del cerebro denominada hipotálamo, que sabe qué temperatura debe tener el cuerpo, enviando mensajes para mantenerla así.
Cabe mencionar que la fiebre es sólo una manifestación de que algo está pasando a la persona, por sí sola no permite realizar un diagnóstico y tampoco establecer la gravedad, siendo muy importante observar los síntomas que la acompañan.
Qué debemos saber
- La temperatura normal es de 36° a 37°, pero un alza hasta 37,5° puede ser fisiológica. Si la temperatura es entre 37,5 y 37,9 decimos que el paciente está subfebril.
- En general entendemos por fiebre la temperatura mayor a 38° por vía rectal, la que es entre 0,5° y 1° mayor que la axilar.
Cómo tomar la temperatura
Lo más confiable es el termómetro de mercurio, aunque los termómetros digitales actuales son bastante confiables, más seguros y fáciles de leer. En los niños menores de 2 años se recomienda tomar por vía rectal, es más rápido, ya que los niños suelen moverse al ponerles el termómetro bajo el brazo (1 a 2 minutos versus 3 a 5 de la zona axilar).
En niños más grandes el termómetro se coloca en la zona axilar teniendo especial cuidado de que la punta quede ubicada al centro y que no se mueva. Por lo general se recomienda tomarla cada 4 a 6 horas o más seguido en caso que el niño esté con escalofríos o más decaído.
Cómo bajarla
- Se debe bajar cuando la temperatura es mayor a 38,5° axilar o 39° rectal, salvo en niños que presenten riesgos de convulsiones en los que se intenta bajar desde un inicio. En general, los niños toleran bastante bien temperaturas menores.
- Es común que cuando está subiendo la temperatura, los niños refieran frío ante lo cual los padres los abrigan, lo que sube aún más la temperatura.
- Para bajar la temperatura se pueden usar medidas físicas y/o farmacológicas. Las medidas físicas consisten en desabrigar al niño, ponerle compresas húmedas tibias en tórax, abdomen, zona inguinal y axilar.
- Entre los medicamentos, el más usado es el paracetamol ya que tiene menos efectos adversos. Previa consulta con el pediatra, se utiliza una dosis entre 10 a 15 mg/kg, la que puede repetirse hasta cada 6 horas. En niños mayores de 35 kg puede usarse dosis de adulto, es decir, 50 mg. En caso de no haber respuesta hay que llamar al pediatra, quien podrá dar otras alternativas. En general, el uso de estos medicamentos se recomienda sólo cuando el niño presente fiebre.
- No está demostrado que administrar los medicamentos por vía rectal sea mejor o más rápido, sin embargo, es especialmente recomendable en niños con vómitos o en aquellos que rechacen los medicamentos por la boca.
- El niño con fiebre debe mantenerse en reposo en su casa, en un ambiente termoneutral, con poca ropa. Debe recibir alimentos livianos según tolerancia y no forzarlo a comer, lo que sí es importante es que reciba abundantes líquidos.
Cuándo consultar
- Fiebre por más de 48 horas.
- Fiebre en menor de 3 meses.
- Fiebre en paciente con patología oncológica.
- Fiebre en paciente con antecedentes de cirugía reciente.
- Fiebre sobre 30° que se acompaña de escalofríos, reticulado de la piel y color violáceo de piel o mucosa.
- Fiebre acompañada de cefalea y/o vómitos importantes.
- Fiebre acompañada de compromiso del estado general importante, gran irritabilidad, rechazo alimentario (recibe menos de la mitad), somnolencia.
- Fiebre en pacientes con patología crónica.