Un infarto es la muerte de una parte del corazón, debido a que dejan de llegarle el oxígeno y los nutrientes vitales, como consecuencia de la obstrucción de una arteria coronaria. Por eso es vital no perder el tiempo y llevar al paciente lo antes posible al servicio de urgencia.
• Detener toda actividad y mantenerse en reposo.
• Pedir ayuda para ir al servicio de urgencia.
• Tomar una aspirina. Al masticarla, ayuda a disolver el coágulo que está tapando la arteria.
• Toser en intervalos de entre tres a cinco respiraciones. Esto remece el corazón y evita que aparezcan ciertas arritmias propias del infarto.
• Si dejamos de percibir los latidos del corazón y la persona pierde el conocimiento, es apropiado proporcionar maniobras de RCP (página 49).
• Aunque el dolor ceda, acudir a un servicio de urgencia, particularmente si el malestar tiene las características mencionadas y si dura varios minutos, ya que la persona puede estar presentando una angina inestable (más conocida como pre-infarto).
• Algunos síntomas atípicos son la sensación de ahogo o dificultad para respirar; fatiga o dolor en otras partes del cuerpo como mandíbula, brazos, boca del estómago o zona alta de la espalda. Éstos hacen difícil el diagnóstico de infarto, frecuentemente en pacientes diabéticos, ancianos y mujeres.
• Al sufrir un infarto, la persona puede verse pálida y sudorosa, incluso puede presentar vómitos.
• El síntoma más importante es un malestar o dolor de tipo opresivo en la región central del pecho.