Entre las causas más frecuentes están las cardiacas (17%), como infarto y arritmias; vasculares (26%), como disfunción autonómica y vasovagal; neurológicas (5%), por ejemplo, convulsiones y accidentes vasculares; metabólicas (5%), como hipoglicemia (azúcar baja), y desconocidas (35%), algunas difíciles de precisar, como intoxicación por monóxido. TODO paciente que ha presentado un desmayo o síncope, y no ha sido estudiado, debe ser evaluado en un servicio de urgencia a la brevedad.
• Si comienza a sentirse mareado y cree que se va a desmayar, debe sentarse o tenderse para evitar la caída. Si se sienta, poner la cabeza entre las rodillas. Si se recuesta, levantar sus piernas unos 30 cm por sobre el nivel del corazón para favorecer la llegada de sangre al cerebro.
• Si el desmayo ya ha ocurrido, recostar a la persona de lado, ya que si está inconsciente puede vomitar y obstruir las vías respiratorias.
• Soltar la ropa que queda apretada al cuerpo, por ejemplo, corbatas, cinturones, bufandas, etcétera.
• Si tras unos instantes la persona no recupera el conocimiento, llamar a rescate y luego chequear la respiración y el pulso cardíaco.
• Mientras la ambulancia acude al llamado, se entregarán instrucciones a los acompañantes. Mantener la comunicación telefónica hasta que llegue la ambulancia o mejore la condición del paciente.
• Nunca dar comida ni bebida a una persona en estado inconsciente. Si se ha recuperado, se le puede dar agua con azúcar, sobre todo si es diabética.