• Sufre de contracciones uterinas frecuentes y/o dolorosas.
• Hay sangramiento.
• Nota una pérdida de flujo mayor que lo habitual.
• Sufre de un traumatismo que pueda repercutir en el embarazo o que impacte directamente el abdomen.
• Sufre de cefaleas prolongadas.
• Siente náuseas y/o vómitos persistentes.
• Ingiere un fármaco contraindicado por error.
• Sufre de insolación y/o deshidratación.
• Tiene fiebre alta, dolores musculares, sensación de estado gripal severo.