• La reacción habitual ante una picadura es un dolor intenso en el momento, con la formación de una pápula (levantamiento rojizo de la piel con un punto central donde actuó el insecto). Puede haber edema progresivo en las 24 horas siguientes.
• En casos más serios, especialmente ante picaduras de abejas y avispas, algunas tienen una reacción alérgica grave conocida como anafilaxia y requieren atención médica urgente (página 48).
• Picaduras de insectos como zancudos, pulgas, garrapatas, entre otros, generalmente evolucionan solas. En estos casos existe el riesgo de que se sobreinfecten con bacterias de la piel como el estafilococo dorado o estreptococo beta hemolítico.
• En caso de picadura de abeja o avispa, quitar el aguijón raspando con la parte posterior de una tarjeta u otro objeto de borde recto. No usar pinzas, ya que puede apretar el saco del veneno y aumentar la cantidad liberada.
• Quitar anillos y artículos que puedan apretar la zona afectada.
• Lavar muy bien el área con agua y jabón.
• Cubrir el sitio de la picadura con hielo (envuelto en un trozo de tela) por 10 minutos, retirarlo por 10 minutos y repetir.
• Si es necesario, tomar un antihistamínico (previamente indicado por su médico) o aplicar cremas que reduzcan la picazón.
• Mantener a la víctima bajo observación y asegurarse que no presente señales de infección (aumento del enrojecimiento, hinchazón o dolor) o anafilaxia.
• Dificultad para respirar, respiración entrecortada o sibilante.
• Hinchazón en cualquier parte de la cara.
• Sensación de opresión en la garganta.
• Sensación de debilidad.
• Coloración azulada.