• Ampollas.
• Dolor (su grado no está relacionado con la gravedad de la quemadura, ya que las quemaduras más graves pueden ser indoloras).
• Peladuras en la piel.
• Enrojecimiento de la piel.
• Shock: se debe observar si hay palidez y piel fría y húmeda, debilidad, labios y uñas azulados y disminución de la capacidad de estar alerta.
• Inflamación.
• Piel blanca o carbonizada.
Lo primero, alejar a la persona del elemento que produce la quemadura.
Si no hay rupturas en la piel, dejar correr agua fría sobre el área de la quemadura o sumergir el área en agua fría por lo menos 5 minutos.
Si se derramó algo caliente, saque toda la ropa y verifique las zonas afectadas.
Después de enfriar, cubrir la zona con un paño limpio y acuda al Servicio de Urgencia. Es muy importante que un médico evalúe y controle.
• NO aplique ungüentos, mantequilla, hielo, medicamentos, cremas, aceites en aerosol ni cualquier otro remedio casero.
• NO sople la quemadura.
• NO toque la piel muerta o ampollada.
• NO retire la ropa que esté pegada a la piel.
• NO administre nada a la persona por vía oral si hay una quemadura grave.
• NO sumerja una quemadura grave en agua.
• NO coloque una almohada debajo de la cabeza de la persona si hay quemaduras de las vías respiratorias, porque esto puede cerrarlas.