Otros aspectos que se toman en cuenta en este chequeo son el estado emocional del paciente y su desarrollo social. “Se consulta acerca de cómo se relaciona con sus pares, cómo es su rendimiento escolar. Se pregunta si el chico es muy introvertido, si es molestado, y en los mayores, qué percepción tienen de sí mismos”, relata la doctora Castellanos.
También se averigua por el largo de las jornadas escolares, sus actividades. “Debemos saber si el niño es feliz asistiendo al colegio o no, ya que para que pueda desarrollarse bien es importante que se sienta bien”.
Después de los 10 años, Clínica Las Condes tiene la posibilidad de derivar al chequeo preventivo del adolescente, “ya que a esa edad empiezan a tener necesidades distintas del resto de la pediatría. Allí, se evalúan conductas de riesgo que pueden derivar a abusos de alcohol o sustancias o embarazo adolescente, entre otras situaciones”, aclara la doctora.