Muchos piensan que las guaguas deben tomar agua de la misma forma que lo hacen los adultos. Sin embargo, en los primeros seis meses de vida, los lactantes no necesitan tomar agua aparte de la que contiene la leche.
El 70% del peso de las guaguas está constituido por agua, mientras que en los adultos esa proporción es del 50%. Al contener sus pequeños cuerpos una mayor proporción de ésta, necesitan consumir 10% a 15% de su peso en agua cada día. Sin embargo, esto no quiere decir que se les tenga que dar, pues no necesitan adicional hasta los seis meses. La leche que consumen a diario, sea materna o artificial, les entrega suficiente cantidad del líquido.
El doctor Cristián Silva, pediatra de Clínica Las Condes, explica que “la razón por la cual no es necesario darles agua a los menores de seis meses es que la leche les alimenta, a la vez que les aporta suficiente agua. Además, los lactantes tienen un estómago con una capacidad gástrica pequeña. Por lo tanto, si se les llena con agua, van a tener sensación de saciedad y no van a querer alimentarse bien”. Si el niño tomara mucha agua en forma permanente, no estaría recibiendo los nutrientes que necesita para crecer adecuadamente.
Las excepciones
El doctor Silva explica que, en algunos casos, como cuando el bebé está con fiebre, calor o con diarrea, se le puede ofrecer agua para suplir lo que ha perdido, porque no está comiendo en forma adecuada: “Esto se puede hacer en horarios que no coincidan con las comidas y en pequeñas cantidades”.
Además, cuando los lactantes cumplen los tres o cuatro meses, el doctor Silva aconseja darles una pequeña cantidad de agua en algunos momentos del día, con un fin preventivo: “Personalmente, les enseño a tomar agua después de los tres meses, porque si les introduzco el agua a los cinco o seis meses, lo más probable es que no la van a recibir. En cambio, a los tres o cuatro meses, lejos de las alimentaciones, si la guagua está inquieta, les enseño a tomar, unos 20 o 30 ml, un par de veces en el día. ¿Y por qué les enseño esto? Porque hago una prevención enorme sobre el vicio que viene después: el de solamente querer tomar jugos o bebidas. Además, agrega que esta enseñanza va desde los tres o cuatro meses, sobre todo cuando el recién nacido está subiendo de peso, la lactancia está estabilizada o en épocas de mucho calor”.
Seis meses y más
Después de los seis meses de vida, cuando el pequeño ya empieza a comer sólidos, se le puede empezar a dar una mayor cantidad de agua. Lo recomendable, según el doctor Cristián Silva, es ir ofreciendo y que vayan tomando lo que necesite.
A TENER EN CUENTA
• Los lactantes necesitan aproximadamente 700 a 800 ml de agua diaria hasta el sexto mes de vida. Esta cantidad de agua proviene de la leche materna o de leche artificial en mamaderas.
• La leche en polvo siempre debe prepararse con las diluciones adecuadas, considerando las medidas y la cantidad de agua indicadas en el control infantil.
• Al dar agua, esta debe ser de la llave o hervida, sin azúcar ni sabores dulces.