Muchos recién nacidos pareciera que tienen el “sueño cambiado”. Duermen de día y lloran de noche, poniendo ansiosos a sus padres. Sepa por qué y qué hacer para normalizar los horarios de sueño de su pequeño.
El sueño del recién nacido es distinto al del adulto. El de los mayores está sincronizado con la luz solar, siguiendo un ritmo circadiano, o sea de 24 horas. El de los pequeños responde a ritmos cortos que duran menos de 24 horas.
Por otra parte, el reloj biológico de los adultos se localiza en el cerebro, concretamente en el núcleo supraquiasmático del hipotálamo. Hasta los cinco meses, esta estructura cerebral no es suficientemente madura para cumplir su función reguladora. Por eso es bueno seguir algunas pautas, tal como lo recomienda el doctor Roberto Dalmazzo, pediatra de Clínica Las Condes.
EL PRIMER PASO: CREAR UNA RUTINA
El doctor Dalmazzo explica que, aunque signifique un esfuerzo, los padres deben dejar atrás sus horarios libres y organizar una rutina en la casa: “Si logran esta armonía, de una rutina, de una regularidad en los horarios, la guagua se va a adaptar a eso y la casa funcionará en forma mucho más armónica. Es recomendable, aunque muchas veces significa un sacrificio al principio, pero después se ordena mucho y se agradece”.
Esta rutina en los horarios, explica el especialista, debe cumplirse sin excepciones, pues las guaguas no entienden de excepciones.
Para esto, el bebé debe acostarse todos los días a la misma hora y en el mismo lugar. El doctor Dalmazzo recomienda que “hacia el final del día, cuando ya se acerca la hora de acostarse, empiece un período de desaceleración, en que las actividades que se van haciendo sean más tranquilas, menos enérgicas. Si en el baño se le arma un juego, lleno de barcos y con olas, el niño no se va a dormir pronto. Hay que facilitar las cosas, con horarios que sean más o menos estándares, que sean regulares, todos los días a horarios más o menos parecidos, de modo de facilitar las cosas y que en la noche no esté el hermano en la pieza del lado tocando música o viendo la televisión a todo volumen. Se trata de que todos colaboremos en alguna medida”, explica el pediatra.
NO OLVIDAR
Otra importante recomendación del doctor Dalmazzo es que el niño esté sometido durante el día a todos los ruidos y bullas normales de una casa. En cambio, en la noche debe haber un espacio de silencio: “No caer en eso de que cuando la guagua está dormida en el día todos andan en puntillas, apaguen la radio y cierren las ventanas. Si el niño duerme cuando es de día, deberá dormir en las condiciones que sea, normalmente es un sueño más liviano, menos reparador, en cambio en la noche sí se deben dar las condiciones para que tenga un sueño profundo y reparador”, explica el especialista.
ALGUNOS CONSEJOS
• Acostar siempre al recién nacido en el mismo lugar y a la misma hora.
• Durante el día, no dejar la habitación a oscuras y no acostumbrarlo a dormir en total silencio.
• Acostar al bebé después de un baño relajante, siempre a la misma hora.
• Cuando se le alimente por la noche, hacerlo con una luz tenue y en silencio. Llevarle a su cuna apenas termine de comer.