Clínica Las Condes es uno de los centros hospitalarios con más experiencia en intervenciones para bajar de peso. A su haber tiene más de 5.000 pacientes operados exitosamente, una tasa de complicaciones de sólo 2% y único en el país con mortalidad 0.
Hace una década, se realizaba en Chile un promedio de 700 cirugías bariátricas al año. Hoy, en cambio, la cifra rodea las 7.000. Ese mil por ciento de aumento refleja que el procedimiento se ha consolidado como una vía efectiva para superar la obesidad y sus problemas asociados. A pesar de que en la actualidad la cirugía bariátrica es una alternativa cada vez más difundida para bajar de peso y solucionar los problemas asociados a la obesidad, sigue siendo una decisión que hay que tomar con cuidado, en especial al escoger el centro de salud en el que se efectuará. Los especialistas aconsejan que el hospital o clínica que se seleccione para ese efecto sea idealmente de alto volumen. Es decir, que sus profesionales tengan una vasta práctica.
Clínica Las Condes es justamente uno de los centros hospitalarios con más experiencia en el tema: más de 5.000 pacientes operados exitosamente en diez años, una tasa de complicaciones que ronda sólo el 2% y único en el país con mortalidad cero. “No da lo mismo donde el paciente se opere. La clínica u hospital debe ofrecer la máxima seguridad posible”, señala el doctor Fernando Maluenda, director del Comité Bariátrico de CLC, quien destaca que la institución cuenta con acreditaciones nacionales e internacionales, debido a sus altos estándares de calidad.
Dicho comité, compuesto por ocho cirujanos, ocho nutriólogos, tres psicólogas, dos nutricionistas y una enfermera, tiene la misión de conocer y discutir los casos especiales y decidir al respecto. “Se presentan estos casos en forma anónima y se analizan objetivamente, sin factores emocionales. De acuerdo a ello, se toma la decisión más apropiada para cada paciente en particular. En otras palabras, se determina si el camino de la cirugía es el más adecuado o se debe recurrir a una solución médica”, explica el doctor Maluenda, quien puntualiza que con este sistema se entrega más seguridad y se evita decisiones influidas por la relación médico paciente. “De esa manera, se tienen opiniones objetivas y simultáneas de varios especialistas, quienes entregan una sola recomendación. Eso posibilita lo que llamamos el bien hacer quirúrgico. Es decir, operar sólo al que debe ser operado”, destaca el cirujano, quien insiste que estos procedimientos tienen objetivos médicos y no estéticos, aun cuando conllevan una drástica baja de peso.
Para entregar su recomendación terapéutica, el Comité Bariátrico analiza estos casos particulares en base a datos antropométricos, enfermedades asociadas, antecedentes médicos previos. “Algunos de estos casos especiales pueden ser de jóvenes de menos de 19 años, adultos de más de 65 o los que tienen un índice de masa corporal entre 30 y 32, diabetes 2 o que hayan tenido un tratamiento quirúrgico previo”, enumera el profesional.
Por su parte, el jefe de la Unidad de Cirugía Bariátrica de CLC, Dr. Marcos Berry, hace notar que otro aspecto que aumenta la seguridad de la clínica es que cuenta con un excelente sistema de apoyo intensivo e intermedio. “En el caso de que existieran complicaciones, tenemos cómo resolverlas de inmediato”, destaca.
FUTURAS MADRES Y ADOLESCENTES
La obesidad se asocia con infertilidad y embarazos de alto riesgo. Por lo tanto, una indicación para una mujer obesa que no puede embarazarse es justamente una cirugía bariátrica. “A su vez, como un embarazo en una obesa es riesgoso, también es aconsejable operar a las mujeres en edad fértil con esas características”, sostiene el doctor Berry, quien puntualiza que es recomendable realizar la intervención por lo menos un año antes de la concepción.
Respecto de los adolescentes, el doctor Berry precisa que es sabido que el 80% de los jóvenes obesos seguirán teniendo esa condición en la adultez. “El pronóstico en estos casos no es bueno. Por ello, si un adolescente tiene obesidad mórbida o severa, enfermedades metabólicas y ha fracasado en múltiples tratamientos médicos, puede solucionar su condición con una cirugía bariátrica”, señala.
El cirujano hace notar que los adolescentes son pacientes complejos, debido a que dependen de sus padres para cumplir con los controles, escuchan más a sus pares que a los adultos y están más expuestos a desordenes alimentarios, al cigarrillo y al alcohol. “Por lo mismo, se procura seleccionar bien a los que optan a una cirugía bariátrica. Esos casos se discuten en el comité”, hace notar. Además, afirma que cuando estos jóvenes se someten al procedimiento no sólo bajan de peso, “sino que les cambia la vida positivamente”.
PREGUNTAS AL DOCTOR
El doctor Marcos Berry aconseja a los pacientes realizar preguntas al cirujano antes de someterse a un procedimiento quirúrgico para perder peso. La idea, según el facultativo, es que no queden dudas y asegurarse de que se ha escogido el lugar y al profesional idóneo. Algunas de ellas son:
1. ¿Qué tipo de cirugías para bajar de peso realiza?
2. ¿Cuántas ha efectuado?
3. ¿Cuántos pacientes suyos se han complicado y cómo ha resuelto la situación?
4. ¿Qué técnica quirúrgica es mejor para mí?
5. ¿Cuáles son los riesgos?
6. ¿Cuánto tiempo pasará antes de volver a mi trabajo y a mis actividades normales?
Christian Pino Lanata: “ME CAMBIÓ LA VIDA PARA BIEN”
El periodista de Televisión Nacional Christian Pino seguía subiendo de peso paulatinamente a pesar de los esfuerzos que hacía para que esto no sucediera. “No había forma de bajar. La ropa me quedaba chica en muy poco tiempo”, recuerda.
Con más de 110 kilos y resistencia a la insulina, se sometió a una cirugía bariátrica en Clínica Las Condes “y todo cambió para mejor”. Después de bajar más de 30 kilos, dejó de roncar y su calidad de vida mejoró. “Me gusta trotar o hacer spinning y ahora me es mucho más fácil, porque que estoy más liviano”, recalca. También destaca su experiencia en Clínica Las Condes, “ya que me sentí cómodo y cuidado desde el primer minuto, tanto por el doctor como por las enfermeras que vieron mi caso. Por otro lado, me gustó que se incluyera a una psicóloga y a una nutricionista en el programa, pues te operan del estómago y no de la cabeza. Entender que es un proceso que me va a acompañar toda la vida y que depende de mí seguir bien, fue muy importante”.