Se estima que 13 años es la edad media de inicio de consumo de tabaco en Chile. Una cifra preocupante que obliga a los padres a pensar en estrategias efectivas para evitar que sus hijos fumen.
Todos sabemos los graves daños que provoca el hábito de fumar en el cuerpo humano. En Estados Unidos, el 90% de los casos de cáncer de pulmón son atribuidos a esta causa. Sin embargo, a los jóvenes chilenos estas cifras parecieran no preocuparles, pues, según datos entregados por el psiquiatra Alejandro Maturana, del Centro de Adolescentes y Jóvenes de Clínica Las Condes, “entre 30% y 40% de los adolescentes chilenos consume tabaco”.
PREVENCIÓN
La formación de hábitos saludables debe comenzar cuando los niños son pequeños. Para el doctor Maturana, un factor clave en la prevención es el ejemplo de los mismos padres: “El argumento de no fumes, si yo fumo, no tiene ninguna validez. Por lo tanto, es muy importante que si el papá o la mamá le va a exigir o le va a pedir al joven que no fume, lo primero que tiene que hacer es disminuir o dejar el hábito también”.
Diversas investigaciones han demostrado que el hecho de que ninguno de los miembros de la familia fume es un factor protector en los adolescentes, así como también el vivir en un clima familiar estable y afectuoso, donde existe una buena comunicación entre sus miembros y los conflictos se resuelven de forma adecuada. La influencia de los consejos y las advertencias de los padres hacia sus hijos en el ámbito de la salud tendrán, lógicamente en este marco, un mucho mejor impacto.
Asimismo, es muy importante la supervisión de la conducta por parte de los padres. El doctor Maturana explica que “lo mejor es tratar de llegar a un consenso con los adolescentes, en el sentido de poder tener una conversación y hablar de lo riesgoso que puede ser el consumo de tabaco”. Actitudes de los padres demasiado agresivas o, por el contrario, demasiado permisivas, constituyen un factor de riesgo de consumo de drogas en el adolescente.
IMPORTANCIA DEL DEPORTE
El hecho de motivar la práctica de deportes en los niños y jóvenes es un escudo protector en contra del consumo de drogas y, particularmente, del tabaco. El doctor Maturana señala que “si ellos están muy motivados en la actividad física, difícilmente les va a llamar la atención la temática del tabaco o, por lo menos, en mucho menor cantidad”.
Tener padres fumadores aumenta de forma importante las probabilidades de que los hijos también lo sean.
CLAVES DE LA PREVENCIÓN
• Educar con el ejemplo: los padres deben evitar o disminuir al máximo fumar delante de sus hijos.
• Promocionar la salud, formando actitudes positivas hacia su mantenimiento. Por ejemplo, fomentando la práctica de deportes.
• Retrasar la edad de inicio en el consumo de tabaco.
• Fomentar el desarrollo de habilidades y recursos necesarios para enfrentarse de forma adecuada a las situaciones relacionadas con el consumo de tabaco. Trabajar la autoestima y la seguridad en sí mismo.