Los conocidos hábitos de vida sana suelen ser olvidados por las personas jóvenes. Sólo se preocupan de cuidar su corazón los que ya empiezan a acercarse a la vejez. Sin embargo, los infartos al corazón no necesariamente afectan sólo a la tercera edad. Conozca el testimonio de Rodrigo Palma, quien, a sus 54 años, se salvó por un milagro.
No era mi momento todavía”. Con esta frase Rodrigo Palma, abogado de 54 años, se explica la serie de hechos “milagrosos” que le salvaron la vida el 17 de mayo pasado. Estaba acompañando a sus hijos en un campeonato de golf en el Club Santa Martina en La Dehesa, cuando súbitamente comenzó a sentir un fuerte dolor en el pecho. A pesar de que su hijo menor resultó ganador del torneo, tuvieron que salir raudos de la ceremonia de premiación, porque Rodrigo se sentía muy mal: “Caminamos hacia el auto y deben haber sido unos 50 metros que me parecieron eternos y llegando arriba se me doblaron las piernas, no pude seguir caminando y eso es lo último que recuerdo. No me acuerdo de nada más. Y lo que me cuenta mi señora es que caí inconsciente, lívido, con los ojos blancos, con la mandíbula apretada, muerto”.
Su hijo mayor corrió a pedir ayuda, con tanta suerte que había un médico especialista en urgencias en la ceremonia de premiación. El comenzó a aplicar las maniobras básicas de reanimación hasta que trajeron el desfibrilador con el que cuenta el club. “Creo que al primer o segundo golpe reaccioné, si no, me muero”, recuerda Rodrigo.
Toda esta serie de situaciones que le salvaron la vida a Rodrigo son muy poco frecuentes en la gran mayoría de los lugares públicos del país. Según el doctor Fernando Florenzano, jefe del Departamento de Cardiología de Clínica Las Condes, “este paciente tuvo la buena fortuna de la existencia de desfibrilador en ese recinto deportivo, lo que le salvó la vida en ese instante. En los países desarrollados hay desfibriladores de uso público en centros comerciales, recintos deportivos, teatros, cines, etc. En nuestro país es más bien la excepción”.
10 CONSEJOS PARA CUIDAR EL CORAZON
Rodrigo Palma había dejado de fumar cinco meses antes de sufrir el infarto al corazón. Sin embargo, fumó durante toda su vida. Además, en el último tiempo había estado sometido a mucho estrés.
Estas dos situaciones, según explica el doctor Florenzano, son los más importantes factores de riesgo para la salud cardiovascular.
La primera recomendación que entrega el doctor Florenzano para prevenir los infartos es no fumar.
Es enfático en señalar que no se debe fumar nada ni siquiera un cigarrillo, pues los fumadores tienen el doble de riesgo de sufrir un infarto, en comparación con quienes no lo hacen.
El segundo consejo es tener una alimentación saludable: no consumir grasas saturadas (evitar los excesos de carnes rojas, quesos y frituras) y priorizar el consumo de frutas y verduras.
En tercer lugar, el doctor Florenzano recomienda la realización de actividad física en forma frecuente, por lo menos tres veces a la semana. En caso de ejercicio moderado, se deben practicar 150 minutos por semana y, en caso de que sea ejercicio intenso, debe realizarse un mínimo de 75 minutos por semana. “Esto es fácil de decir, pero difícil de hacer para más del 80 por ciento de la población. Hay sólo un porcentaje menor de la población que en forma espontánea y natural tiende a hacer ejercicio”, explica el especialista.
En cuarto lugar, el doctor Florenzano aconseja alternar el trabajo con la recreación: “El organismo humano y la mente humana están hechos para trabajar con intensidad algunas horas del día, que pueden ser ocho o máximo 10 al día. La alternancia del trabajo con la recreación evita algunas condiciones que predisponen a los infartos y otros problemas vasculares, como es el burn out, que es una expresión anglosajona para el cansancio acumulado”.
En quinto lugar, el especialista aconseja controlar el peso, pues el exceso de kilos produce una serie de cambios en el organismo que predisponen a tener enfermedades cardiovasculares.
CONTROLES DE SALUD
El doctor Florenzano señala que también es muy importante acudir a controles médicos una vez al año, pues los índices elevados no avisan hasta que ya es demasiado tarde.
En primer lugar, hay que tomarse la presión arterial en forma periódica. Lo mismo con el colesterol, que se debe medir con exámenes de sangre periódicos. Otro índice que debe estudiarse cada cierto tiempo es la glicemia, el azúcar en la sangre, pues la diabetes y la prediabetes son tanto o más potentes que el tabaco como factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Finalmente, el doctor Florenzano aconseja que las personas con antecedentes de enfermedades cardiovasculares en la familia deben estar muy atentas a su salud, pues tienen una mayor propensión a presentarlas.
Y si usted ya está aquejado por alguna patología cardiovascular, como la presión alta o el colesterol elevado, no olvide tomarse regularmente sus medicamentos, pues, como dice el doctor Florenzano, “la ciencia ha demostrado que estos remedios claramente disminuyen el riesgo de sufrir un infarto”.