Saber elegir qué comer y cómo limpiarlo es nuestra responsabilidad como consumidores.
Con el boom de la alimentación saludable, el consumo de frutas y verduras ha aumentado en muchas familias. Ya no sólo se come una manzana o plátano como postre, sino también entre comidas, al desayuno, etc. Igual situación con la lechuga u otros tipos de vegetales. Pero ¿será tan saludable?
Si bien el consumo de esas vitaminas es indispensable para estar sanos, el tratamiento que están teniendo esos alimentos mientras se cultivan es, en muchos casos, muy nocivo. Según un estudio realizado por el Laboratorio Andes Control para el programa Contacto de Canal 13, con la colaboración del Dr. Manuel Álvarez, director del Centro Clínico del Cáncer de Clínica las Condes, el año 2010, se confirmó la presencia de residuos de plaguicidas en las frutas y hortalizas que consumimos diariamente los chilenos. El estudio analizó espinacas, pimentones, lechugas y tomates y mostró que el 20% incumplía la norma chilena sobre el límite máximo de residuos plaguicidas permitidos, lo que significa que más del 40% de estas hortalizas no podrían ser consumidas en la Unión Europea, por ejemplo. En cuanto a las lechugas, el 67% de las muestras presenta concentraciones de plaguicidas que superan la norma chilena y 11% para las espinacas, lo cual es realmente preocupante, ya que es un alimento preferentemente usado para la preparación de alimentos para los bebés. La exposición a múltiples pesticidas es alarmante, ya que muchos de ellos persisten en el ambiente, lo que determina un aumento en los riesgos en salud como el cáncer. Es importante considerar que el riesgo se incrementa, dado que corresponde a una ingesta crónica que parte desde la concepción del individuo.
Además, en nuestro país se produce una diferenciación ante el peligro de los pesticidas. Poseemos una exigua regulación en cuanto a su uso en los productos que son para consumo nacional frente a los que se exportan. Estos últimos cumplen exigentes regulaciones internacionales que deben ser demostradas con certificados internacionales, algo que no ocurre en Chile.
¿Cómo pueden provocar cáncer los pesticidas?
Las sustancias tóxicas como los pesticidas pueden producir desequilibrios cromosómicos y actuar como carcinogénicos, durante períodos de rápido crecimiento y división celular. Diversos estudios han concluido que la leucemia, los tumores cerebrales, los linfomas de no Hodgkin, los sarcomas de partes blandas y la enfermedad de Hodgkin pueden asociarse potencialmente con la exposición a pesticidas durante la infancia.
¿Existen frutas y verduras sin pesticidas?
Aunque es poca, en nuestro país existen frutas y verduras que son cultivadas sin pesticidas químicos. Son los llamados de origen orgánico. Estos vegetales no poseen productos químicos o están en muy baja cantidad. Generalmente, su siembra se realiza con pesticidas naturales.
Es probable que estos vegetales no posean los mismos colores, brillos o perfección que poseen los de origen no orgánico, pero la gran ventaja que tienen es que son más saludables y de origen más limpio.
¿Cómo limpiar nuestras frutas y verduras?
La mejor recomendación sería reemplazar nuestro consumo de vegetales por productos orgánicos, pero en nuestro país la oferta aún es limitada y su precio es más alto que el de las frutas y verduras de cultivo convencional, por lo que la invitación es a informarse y aprender sobre cuáles frutas y verduras son las que más absorben pesticidas y reemplazar sólo aquellas por productos orgánicos; con esto es posible reducir hasta 80% la ingesta de estos residuos.
Además, una correcta limpieza de los alimentos crudos puede ayudar a disminuir los residuos químicos que aún queden en el al momento de comprarlos. Pelar o cepillar alimentos -como las papas- con un cepillo limpio, de cerdas o hebras firmes, o frotar frutas suaves -como los duraznos- bajo el agua de la llave es una forma correcta.
Sin embargo, los residuos de pesticidas se adhieren más a las frutas con cáscaras cerosas o suaves. Si los alimentos fueron tratados con parafinas o ceras, es posible que algunos residuos de pesticidas queden atrapados debajo de estas sustancias, por ejemplo: las manzanas. El remover o pelar la cáscara de las frutas y los vegetales también ayuda a disminuir en parte los residuos de pesticidas. Se deben desechar las hojas que envuelven ciertos vegetales, por ejemplo, la lechuga y la coliflor. Existe la creencia popular que cocinar y hornear los vegetales también reduce algunos residuos de pesticidas, pero no es así y la mayoría de las frutas y verduras se consumen crudas.
Las sustancias tóxicas como los pesticidas pueden producir desequilibrios cromosómicos y actuar como carcinogénicos, durante períodos de rápido crecimiento y división celular.
En 2010, se confirmó la presencia de residuos de plaguicidas en las frutas y hortalizas que consumimos los chilenos. Es clave tener máxima precaución en la elección y consumo de los alimentos.