En ocasiones llevarlo para ser atendido puede representar un riesgo.
El frío por sí solo no basta para enfermarnos. Esto, sumado al exceso de calefacción dentro de las casas y la alta circulación de virus y bacterias, son los causantes de las mayores dolencias en niños y adultos.
“Existe una población de riesgo que son los menores de cuatro años y los adultos mayores. Pero también hay otro grupo que está predispuesta a los efectos nocivos del frío como las personas que están entre esta edad pero que tienen patologías crónicas como asma, enfisema, enfermedad pulmonar obstructiva y bronquitis crónica”, explica el
doctor Cristian Deza, broncopulmonar de Clínica Las Condes.
Síntomas en niños para llevarlos a urgencia
En el caso de los niños, dice el especialista, se debe tener ciertas precauciones a la hora de llevarlos a la urgencia ya que ese lugar puede ser fuente de contagio.
“Cuando un niño tiene dificultad respiratoria importante, respiración rápida, se le hunden las costillas o respira muy agitado o sibilancia al respirar son síntomas objetivos que indican que deben ser llevados a la urgencia”
— Dr. Cristian Deza
Otros motivos para llevarlo son:
- Fiebre por más de un día
- Inapetencia, es decir, que el niño no quiere comer
- Decaimiento
- Tos con mucha secreción
La tos seca, “tos de perro” o tos irritativa, es más común en esta fecha y no son, necesariamente, motivo para ir con ellos a una consulta de urgencia.
¿Cuáles son los criterios para ir a urgencia en adultos?
En adultos, para la visita a la urgencia se deben considerar más o menos el mismo cuadro de síntomas que en los niños, aunque si se trata de enfermos crónicos se debe estar más atento.
“El frío tiene consecuencias fisiológicas en el sistema inmune. Hace que disminuyan las defensas naturales que tiene la vía aérea para combatir los microorganismos. El frío paraliza las vellosidades encargadas de eliminar a los microorganismos y las hace menos eficaces”, señala el especialista.
Recomendaciones para prevenir enfermedades de invierno
En casa -el doctor Deza recomienda – que se ventile al menos 15 minutos al día y se regule la temperatura, sobre todo por la presencia de calefacción y estufas.
Por un invierno sano, lo óptimo es que ésta no supere los 20 ó 22 grados Celsius. La razón principal de este consejo es procurar que tanto niños y adultos no transpiren, lo cual no es saludable.
"Existe una población de riesgo que son los menores de cuatro años y los adultos mayores. Pero también hay otro grupo que está predispuesta a los efectos nocivos del frío como las personas que están entre esta edad pero que tienen patologías crónicas como asma, enfisema, enfermedad pulmonar obstructiva y bronquitis crónica", explica el doctor Cristian Deza, broncopulmonar de Clínica Las Condes y del
Centro Médico de Chicureo.