Estas dificultades se expresan de diversas maneras, siendo la manifestación más evidente las bajas calificaciones.
Detrás de este síntoma pueden existir dificultades de comprensión, pérdida de confianza en la propia capacidad de aprendizaje, falta de motivación por aprender, falta de hábitos de estudio o falta de responsabilidad. Se asocian a distintos factores causales, los que pueden generarlas, mantenerlas o aumentarlas. Entre estas causas están los trastornos en las estrategias de pensamiento, trastornos específicos del aprendizaje, déficit atencional, trastornos emocionales reactivos, características de personalidad e inmadurez en la identidad personal.
La calidad de los vínculos con profesores y compañeros también puede llegar a ser un factor perturbador del aprendizaje. El tratamiento debe partir con un diagnóstico certero de carácter sistémico, que aborde tanto lo académico como lo psico-social.