Mujeres solas y parejas jóvenes que no deseen tener hijos todavía pueden encontrar las claves de una adecuada planificación familiar en la Unidad de Medicina Reproductiva de CLC. Les permitirá tomar una decisión más segura e informada.
Estar mejor preparada, con mayor desarrollo profesional, mejor estabilidad económica y, eventualmente, un compromiso más sólido como pareja, son algunas de las razones por la cuales muchos hoy están postergando la llegada de los hijos.
Una decisión en la que se deben considerar y ponderar una serie de variables, sobre todo en lo que dice relación con la salud reproductiva de la mujer, que después de los 35 años comienza a experimentar cambios que afectan directamente su fertilidad (principalmente en lo referente a cantidad y calidad de los óvulos).
“En la Unidad de Medicina Reproductiva (UMR) de Clínica Las Condes acogemos a parejas que no están buscando un embarazo todavía, ya sea porque van a estudiar o están en un momento de mucha carga laboral, entre otras razones. También a mujeres solas que desean preservar su fertilidad mediante la vitrificación de ovocitos (ver recuadro). De esta forma, y según las condiciones de cada paciente o pareja, se evalúan las mejores alternativas para que cuando quieran ser padres, lo logren”, explica la doctora Adela Camus, ginecóloga de CLC.
Nada al azar
¿En qué consiste la consejería? Según la especialista, cada uno de los pacientes se evalúa desde lo más básico desde el punto de vista de la fertilidad, con un historial clínico, esto es, revisión de antecedentes familiares de menopausia precoz, enfermedades de transmisión sexual, regularidad de ciclos, entre otros; una evaluación física completa; una ecografía ginecológica para detectar anormalidades uterinas o de los ovarios, y un estudio de la reserva ovárica mediante un conteo ecográfico de folículos antrales que se complementa con un análisis hormonal.
Esto último de gran importancia, ya que a medida que pasan los años, la reserva de óvulos comienza a decaer, por lo que los resultados de este estudio pueden ser un factor determinante a la hora de decidir si es o no posible seguir postergando la maternidad. A todos los hombres de las parejas que consultan se les solicita un espermiograma.
“Si bien es cierto actualmente hay un cambio cultural que ha llevado a las mujeres a tener hijos más tarde, la biología sigue siendo la misma y su capacidad reproductiva está en directa relación con la edad. Por eso, nuestra recomendación es que cuando las parejas estén listas, posterguen lo menos posible la llegada de los hijos. Y si no se puede, asesorarse bien con profesionales especialistas, como quienes integran el equipo de UMR de Clínica Las Condes, para en conjunto definir cuál es la mejor estrategia a seguir”.
Así, para algunas parejas la recomendación será seguir controlándose todos los años y utilizar un método anticonceptivo determinado, y en otros casos será no seguir esperando más.
Cuidar la fertilidad
Pese a que todavía no tenemos mucha conciencia de ello, la fertilidad hay que “cuidarla” desde una edad temprana e ir solucionando cualquier problema que se vaya presentando antes que sea “demasiado tarde”. ¿Cómo hacerlo? A continuación, algunos consejos que entrega la doctora Camus.
- Las mujeres deben consultar anualmente a su ginecólogo para los controles de rutina que sean necesarios (como el Papanicolaou).
- Evitar el cigarro. En la mujer está comprobado que el tabaquismo afecta la irrigación de diferentes órganos y, desde el punto de vista de la fertilidad, la irrigación del ovario, lo cual puede afectar la reserva.
- Estar atenta a cambios en el ciclo menstrual y reconocer a tiempo un eventual acortamiento de estos, que pueda ser un signo precoz de reducción de la reserva ovárica.
- Evitar el sobrepeso y la delgadez extrema; en ambos casos se producen alteraciones hormonales que pueden afectar el sistema reproductivo de la mujer.
- Llevar una vida sana, con una alimentación equilibrada y ejercicio físico en forma regular.
- Tener hijos lo más joven que sea posible. La búsqueda de embarazo posterior a los 35 años conlleva el riesgo de que las tasas de fertilidad disminuyen, exista mayor riesgo de aborto espontáneo y mayor riesgo de alteraciones cromosómicas en el bebé.
- En cuanto a los hombres, estos no deben exponerse a tóxicos como el tabaco y/o el alcohol en exceso, y tampoco a pesticidas ambientales, ya que es conocido su efecto nocivo sobre la fertilidad. También consultar ante cualquier infección genital (especialmente las de transmisión sexual) y la presencia de várices testiculares (varicocele) que, en ocasiones, pueden generar infertilidad.
¿En qué consiste la vitrificación de ovocitos?
En aquellas mujeres que no deseen embarazarse en el corto plazo, existe la posibilidad de congelar óvulos con una técnica que se denomina vitrificación de ovocitos. El ideal es hacerlo a partir de los 30 años (cuando todavía hay buen recuento y buena calidad de los óvulos), y aunque hasta hace algunos años el tope eran los 35, actualmente se ha ampliado hasta los 40 años. “El problema está en que a más edad, menos óvulos tiene la mujer, menor es la cantidad que se logra luego de la estimulación y, por tanto, menores las probabilidades de éxito futuro”, advierte la doctora Camus.
¿Cómo se lleva a cabo? Con la intención de obtener la mayor cantidad posible de óvulos se realiza una estimulación hormonal de los ovarios con medicamentos inyectables. Luego de 10 a 12 días de tratamiento, se realiza una aspiración transvaginal de los óvulos guiada por ecografía. Luego estos se congelan y preservan en nitrógeno líquido hasta el día que se decida fecundarlos. El procedimiento requiere sedación y hospitalización ambulatoria.
PREGUNTAS FRECUENTES
¿Qué anticonceptivo debo usar?
Una mujer joven que nunca ha estado embarazada no debiera usar un dispositivo intrauterino (DIU). Existe más riesgo de infección que, de no ser tratada a tiempo puede derivar en secuelas como una inflamación de las trompas o el endometrio, que a futuro pueda afectar la fertilidad.
Si utilizo pastillas mucho tiempo ¿puedo afectar a mi fertilidad?
No, porque el anticonceptivo lo que hace es mantener el ovario en reposo para que no ovule. Así, cuando se abandonan las pastillas, el mecanismo de ovulación comienza a funcionar de nuevo aunque esto puede llegar a tomar un tiempo de hasta 3 meses.
¿Por qué es tan importante evitar las enfermedades de transmisión sexual desde el punto de vista de la fertilidad?
Porque algunos agentes infecciosos, como la chlamydia, dejan secuelas en el aparato reproductor, que posteriormente pueden ser causa de infertilidad.
Si debido a mi edad no logro embarazarme en forma natural, ¿podré hacerlo con algún tratamiento de fertilización asistida?
Muchas veces se piensa que con los avances de la medicina hoy es posible embarazarse en cualquier momento. Aunque los tratamientos de fertilidad aumentan la posibilidad de conseguir un embarazo, también se ven afectados con el paso de los años. “La fertilización in vitro en mujeres mayores de 35, por ejemplo, tiene una tasa de éxito de 40% por ciclo, y en mujeres mayores de 40 años cae a 25%. Además, si este se consigue, hay mayor riesgo de que no llegue a término o de que los niños presenten problemas cromosómicos”, asegura la doctora Camus.