Estas lesiones son poco frecuentes, pero de alta complejidad. Su tratamiento requiere de un enfoque multidisciplinario por equipos médicos de experiencia.
Las fracturas de pelvis son lesiones graves, donde se ve afectada la integridad de los huesos o ligamentos, es decir: el sacro, las articulaciones sacroilícas, los huesos iliacos o la sínfisis del pubis. Generalmente, son lesiones de alta complejidad y se dan en pacientes politraumatizados con lesiones asociadas.
“Este tipo de fractura produce un dolor importante y dificultad o imposibilidad para movilizarse. La pelvis protege muchos órganos internos, vasos sanguíneos y nervios, por lo cual, en caso de producirse este tipo de lesión, éstos pueden dañarse”, señala el
doctor Javier Del Río, traumatólogo del Centro de Cadera de Clínica Las Condes.
¿Quiénes son más propensos a sufrir este tipo de fractura? Se presentan habitualmente en dos grupos de pacientes:
- Pacientes jóvenes con accidentes de alta energía (choque en motocicleta, caídas de altura, atropellos, etc).
- Pacientes adultos mayores con accidentes de baja o moderada energía (caída de su propia altura).
Tratamiento
Depende del
tipo de fractura:
En las fracturas estables, generalmente de baja energía y en pacientes mayores, el reposo y esperar la consolidación es el tratamiento comúnmente utilizado.
En las fracturas inestables, de alta energía, generalmente en pacientes jóvenes el
tratamiento habitualmente es quirúrgico. “Las técnicas de cirugía percutánea, es decir, a través de pequeñas incisiones en la piel para colocar implantes (tornillos) de gran tamaño, nos permiten estabilizar la pelvis y tratar el dolor de manera muy segura”, explica el doctor Del Río.
El
tratamiento quirúrgico tiene indicaciones claras y estandarizadas y, junto a la embolización de vasos sangrantes, ha permitido disminuir la morbilidad y mortalidad de este tipo de fracturas. “Hoy en día son muchos los pacientes que se recuperan de este tipo de fracturas y vuelven a su vida de una manera completamente normal”, agrega el especialista.
El
tiempo de recuperación de este tipo de fractura depende principalmente de las lesiones asociadas. Para una lesión de pelvis aislada es de 3 a 6 meses, pero también hay pacientes más complejos que tienen lesiones agregadas, por lo que el tratamiento y recuperación varía en cada caso.
Consejos postoperatorios
- Evitar cargar (apoyar) la o las extremidades inferiores por un período de dos meses desde la cirugía.
- Utilizar bastones, muletas o sillas de ruedas en caso de ser necesario.
- Ser constantes en los controles médicos postoperatorios para seguir el proceso de evolución, ya que estos pacientes suelen requerir evaluación por múltiples especialidades médicas.