Los procesos inflamatorios pelvianos corresponden a cuadros inflamatorios de origen infeccioso que afectan a los órganos genitales internos. Pueden comprometer la cavidad uterina (endometritis), las trompas uterinas (salpingitis), los ovarios (ooforitis) y los tejidos circundantes (abscesos tubo-ováricos).
Se manifiestan de forma aguda o crónica, y dentro de sus síntomas se encuentran:
- Dolor en hemi-abdomen inferior.
- Sensación de distensión abdominal.
- Alteración de flujos rojos (metrorragia.)
- Flujo vaginal de mal olor.
- Decaimiento.
- Fiebre.
- Compromiso del estado general.
El estudio se complementa con marcadores sanguíneos de infección e inflamación, como hemograma, velocidad de eritrosedimentación (VHS), y proteína C reactiva (PCR), además de la ecografía ginecológica.
En los casos leves, el tratamiento puede ser ambulatorio e incluye el uso de antibióticos orales. Sin embargo, casos más severos requieren de hospitalización y administración de antibióticos endovenosos.
Como consecuencia del proceso inflamatorio, es frecuente que se produzcan adherencias que afectan a las trompas y ovarios, así como también a los órganos abdominales (intestino), las que pueden a futuro ser una causa de infertilidad.
Debido a lo anterior, en aquellas pacientes que desean preservar su fertilidad, es recomendable realizar una laparoscopía diagnóstica para identificar y tratar las adherencias y resolver el proceso inflamatorio, acortando así la duración del cuadro clínico y mejorando la posibilidad futura de embarazo.