La cifra no es amable, pero es real: en Chile la asfixia por inmersión es la primera causa de muerte en niños menores de 1 año. Por esta razón, es necesario tomar medidas de seguridad durante toda la temporada de verano.
¿Qué hacer frente a un accidente por inmersión? El doctor Luis Herrada, médico urgenciólogo del equipo de Rescate de Clínica Las Condes, explica los pasos a seguir y qué indicaciones se le dan a una persona que llama a esta unidad pidiendo ayuda: “Habitualmente los testigos de estos accidentes no tienen entrenamiento en maniobras de reanimación cardiopulmonar, por lo tanto se les indica que deben realizar compresiones torácicas fuertes y rápidas al centro del tórax del paciente sin detenerse hasta la llegada del equipo de rescate, el operador telefónico lo asistirá en la frecuencia de estas compresiones”.
Por otro lado, si en el lugar existe alguien entrenado en reanimación cardiopulmonar podrá, además, administrar ventilaciones de rescate que en el caso de no estar entrenado no es prudente realizarlas. Además, recalca que, por lo anterior, es tremendamente importante entrenarse en maniobras de reanimación básica.
Seguridad
- Reja perimetral de a lo menos 80 cm de altura (Decreto 209 de 2003) que separe la zona de esparcimiento de la destinada al tránsito de bañistas alrededor de la piscina. Se sugiere separación de barrotes no mayor a 12 cm, es decir, que no quepa la cabeza de un niño.
- Piso antideslizante, impermeable y lavable en la zona de tránsito alrededor de la piscina.
- Puerta de la reja perimetral debe tener chapa o seguro en su parte superior para evitar el acceso no programado de niños (piscinas en condominios o casas).
Salvataje:
- Cuerda de longitud superior al ancho de la piscina y resistencia no inferior a 200 kg.
- Pértiga de longitud no inferior a la mitad del ancho de la piscina, terminada en un aro metálico de 30 cm de diámetro y 10 mm de grosor.
Implementos:
- Alarmas para piscinas: en el mercado existen alarmas capaces de analizar las ondas constantes que se pueden generar y detectar la inmersión de cualquier cuerpo en la piscina. La capacidad sonora de estos implementos es muy elevada, por lo que debiera ser escuchada con claridad.
Sensores de movimientos:
- Estos aparatos alertan cuando una malla de protección de la piscina o una reja está siendo trepada o manipulada por un niño. El sensor se instala en una de las mallas que circundan la piscina y transmite de forma inalámbrica una señal de alarma a una estación base.
Cubrepiscinas:
- Son cobertores (de diferentes tipos y materiales) confeccionados con telas impermeables de alta resistencia que cubren por completo la piscina y se mantienen con la tensión necesaria para que soporte la caída de un niño o un adulto sin sumergirse.