Tras años de reunir evidencia científica, hay consenso sobre el rol que juega la cirugía en el tratamiento de la diabetes tipo 2.
Las cirugías bariátricas o para bajar de peso son consideradas hoy un gran avance terapéutico para la diabetes del adulto o tipo 2 desde la aparición de la insulina, hace 93 años.
Así lo aseguran 45 entidades médicas y científicas del mundo, entre ellas la Asociación Americana de Diabetes de EE.UU., y la Sociedad para la Endocrinología, del Reino Unido, además de las sociedades de Endocrinología y Diabetes, y de Cirugía Bariátrica y Metabólica, de Chile, quienes revisaron la evidencia científica otorgada por 11 ensayos clínicos que avalan su eficacia.
La obesidad afecta hasta a un 80% de los pacientes con diabetes tipo 2. A algunos de ellos está dirigida la cirugía bariátrica, que les normaliza los niveles de azúcar, y así no tienen que seguir tomando medicamentos o inyectándose insulina.
"Hasta ahora, las sociedades científicas internacionales eran muy reticentes, por lo que este apoyo tiene un impacto muy grande en la forma en que se tratará a estos pacientes", afirma Camilo Boza, cirujano de Clínica Las Condes y presidente de la Sociedad Chilena de Cirugía Bariátrica y Metabólica.
De acuerdo a Boza, quien también participó en el debate de las guías, esto facilita una relación de colaboración entre los diabetólogos y los cirujanos.
Sin embargo, no es una solución para todos los pacientes. Las nuevas guías mencionan cuatro alternativas: las tres más recomendadas son el bypass gástrico, la gastrectomía en manga y la banda gástrica. La cuarta, llamada derivación biliopancreática, presenta más problemas colaterales y puede ser un poco más peligrosa, advierte el doctor.
Un paciente sometido a una cirugía de este tipo puede ganar en promedio 10 a 12 años de vida y de calidad de la misma, pues también reducen hasta en 30% los eventos cardiovasculares como infartos al corazón o al cerebro.