Gracias al trabajo de un equipo médico multidisciplinario de médicos, enfermeras y personal de salud, la paciente fue sometida a un doble trasplante de manera exitosa.
“Estamos realmente felices, mi mamá de tener sólo 40% de posibilidades de vivir, de estar 65 días conectada a un corazón artificial y en diálisis, además, de estar 3 semanas en coma inducido, ha logrado un trasplante exitoso y una excelente evolución. Le están dando una vida nueva”, cuenta Claudia Mella, una de las tres hijas de la paciente trasplantada.
Berta, de 56 años, después de recorrer durante dos años diversas clínicas de nuestro país sin un diagnóstico claro, llega de urgencia a un hospital, donde se le diagnostica una miocardiopatía dilatada: incapacidad de bombear sangre eficazmente. Sin opción de tratamiento, y en extrema gravedad, el 27 de abril es trasladada a Clínica Las Condes, donde es conectada a asistencia ventricular y se enlista en espera de trasplante de corazón debido a las fallas producidas por su insuficiencia cardíaca.
“Es una paciente que llegó con muy pocas opciones de vida, y desde un comienzo se conectó a asistencia ventricular porque varias partes de su corazón estaban disfuncionales, lo que generó además, como efecto secundario, una falla severa en el riñón que hizo que también estuviera en diálisis en espera del trasplante de este órgano”, comenta el Dr. Juan Carlos Venegas, Jefe de la Unidad Coronaria de Clínica Las Condes.
La asistencia ventricular es un sistema mecánico que apoya tanto el corazón derecho como izquierdo, y permite la sobrevida del paciente a pesar del severo compromiso del órgano, en espera de que se produzca el trasplante. Se usa para contribuir a la acción de bombeo de un ventrículo debilitado. No reemplaza el corazón, pero ayuda a bombear suficiente sangre a todo el cuerpo y por lo mismo, se usa para el tratamiento a largo plazo de pacientes con insuficiencia cardíaca severa.
“La asistencia ventricular es una bomba mecánica que ayuda a que un corazón demasiado débil pueda bombear sangre al cuerpo. De alguna manera es un “puente hacia el trasplante" dado que puede ayudar a un paciente a sobrevivir durante la espera”, afirma el Dr. Cristián Baeza, Jefe de Cardiocirugía de Clínica Las Condes, quien estuvo a cargo del trasplante.
Doble procedimiento
La paciente, tras estar 65 días en asistencia ventricular y en diálisis, el pasado 29 de junio, a las 17:00 horas, es trasplantada de corazón y luego de riñón.
“En discusión con el equipo médico tratante se definió realizar primero el trasplante de corazón. Después de 12 horas post trasplante, donde se vio la evolución hemodinámica de la paciente, se trasplantó el riñón como una manera de minimizar el riesgo de fracaso. Hay que destacar que el grado de isquemia que se produce en este riñón, que está esperando ser trasplantado, es mucho menor que en el caso del corazón”, dice el Dr. Juan Carlos Venegas, Jefe de la Unidad Coronaria de Clínica Las Condes.
Durante las primeras 36 horas la evolución de la paciente ha sido positiva gracias a un trabajo multidisciplinario en el que participaron médicos, enfermeras y personal de salud especializado, además de la intervención del equipo de coordinación y procuramiento de órganos de Clínica Las Condes.
Cabe destacar que este esfuerzo también se logró por la generosidad de la familia del donante que, sin duda, forman parte de una cadena de actores relevantes que permiten que un órgano pueda trasplantarse.