Protección solar, alimentación equilibrada, hidratación adecuada y ejercicio controlado y debidamente indicado, son los principales aliados de las mujeres embarazadas para tener un verano saludable.
Protección solar, alimentación equilibrada, hidratación adecuada y ejercicio controlado y debidamente indicado, son los principales aliados de las mujeres embarazadas para tener un verano saludable.
Cuando el verano pasado comenté en mi familia que, al igual que en años anteriores, me iría de camping, mis papás y mis suegros pusieron el grito en el cielo. Yo estaba de cinco meses de embarazo, por lo que mi decisión les parecía una locura. Incluso, me ofrecieron otras alternativas para ver si me tentaba, pero yo estaba segura que me sentía capaz de hacerlo y mi doctor me había dado la autorización correspondiente, no sin antes advertirme una serie de precauciones que seguí al pie de la letra. La experiencia fue increíble y, aunque obviamente tuve que privarme de algunas cosas, creo que valió muchísimo la pena”, cuenta Josefina de 29 años.
Relatos como el de esta joven son hoy mucho más habituales de lo que eran antes, ya que en la actualidad existe plena noción de que el embarazo no es una enfermedad, sino un estado absolutamente natural de la mujer que, dado los cambios cardiovasculares, metabólicos y osteomusculares, sólo requiere algunas precauciones específicas.
El doctor Aldo Solari, ginecólogo de la Unidad de Medicina Materno Fetal de CLC, entrega algunos tips para que las embarazadas salgan con tranquilidad y aprovechen este tiempo para relajarse y descansar.
Controles prenatales: al planificar las vacaciones es conveniente no distanciar mucho los controles con el ginecólogo, especialmente durante el último trimestre de gestación, cuando deben ser más seguidos.
Moverse moderadamente: al salir de la rutina diaria se debe tratar de mantener una actividad física normal de bajo impacto y no traumática, para evitar cualquier tipo de complicaciones. “En vacaciones uno suele realizar más actividad que en el resto del año, pero hay que tener cuidado de que ésta no sea excesiva ni de riesgo para la guagua”, sostiene el especialista. En general, se aconseja evitar todo tipo de actividades que puedan ocasionar algún tipo de trauma, como esquí en el agua o andar a caballo, especialmente durante la segunda mitad del embarazo.
Hidratarse bien: debido a que las mayores temperaturas aumentan la pérdida de agua y a que en los últimos meses de gestación aumentan las necesidades de líquido, es importante hidratarse bien durante el día. “Cabe mencionar que las embarazadas que no se hidratan bien corren más riesgos de desarrollar infecciones urinarias y/o sufrir contracciones uterinas”, advierte el doctor Solari.
No relajarse con las comidas: independiente de que no es recomendable subir mucho de peso -a consecuencia de los “permisos” que uno suele darse en vacaciones-, el hecho de dejar los horarios acostumbrados también puede tener efectos negativos en el embarazo y aumentar el estreñimiento. “Según la propia condición de cada mujer, el ideal es no subir más de 10 kilos en total, por lo que hay que cuidarse. En todo caso, también es importante seguir alimentándose en forma fraccionada durante el día, porque comer mucho y estar luego seis horas sin probar nada no es bueno desde el punto de vista del balance metabólico. Es aconsejable seguir ciertos horarios, consumir mucha fruta y vegetales y preferir las carnes blancas”. Según el doctor, es necesario evitar el consumo de alcohol, aunque ocasionalmente se puede probar un poco de vino o cerveza, que son de baja graduación alcohólica.
Viajes “con escala”: en caso de viajes largos -ya sea en auto o en avión- es necesario parar cada dos horas a caminar o realizar ejercicios con las piernas. “En el embarazo hay una actividad protrombótica, por lo que es importante que no permanezcan sentadas en forma estática durante mucho tiempo. Tampoco se aconseja aguantar las ganas de ir al baño, porque eso también puede dar lugar a infecciones urinarias”.
Ojo con el sol: durante el embarazo hay una hiperpigmentación de la piel en ciertas zonas, lo cual puede verse agravado por efecto del sol e incluso no desaparecer después del parto. “La recomendación es aplicarse Factor de Protección Solar (FPS) durante todo el día, no sólo al ir a la playa y usar sombreros y anteojos de sol. Hay que tener mucho cuidado con la insolación; la deshidratación en el embarazo puede provocar síntomas de parto prematuro y mayor riesgo de infecciones urinarias”
Botiquín de Embarazo: es aconsejable viajar con los medicamentos que pueden utilizarse en caso de dolor de cabeza, además de algún antiespasmódico y antigripal que el médico de cabecera le indique en caso de ser necesario. “Viajar con los medicamentos indicados es especialmente importante en embarazadas que sufren diabetes gestacional, por ejemplo, y que deben seguir un esquema predeterminado de fármacos”.
No a las termas: si bien el doctor Solari sostiene que las piscinas públicas no necesariamente incrementan el riesgo de infecciones -aún cuando sean temperadas-, es importante tener conciencia del control sanitario al que están sometidas. Mención aparte merecen a su juicio las termas. “Se trata de aguas que están a una temperatura excesivamente alta en comparación a la del cuerpo, por lo que no es recomendable que las embarazadas se bañen en este tipo de lugares”, subraya.
Dientes sanos, embarazo sano: debido a que existe un cierto tipo de asociación entre periodontitis (enfermedades inflamatorias y/o infecciosas de piezas dentarias) y gingivitis (inflamación de las encías) y partos prematuros, es conveniente durante todo el embarazo tener un adecuado control odontológico, más aún cuando se va a estar un tiempo fuera.
Cuidarse de la Listeria: por tratarse de una bacteria que tiene afinidad con los tejidos neurológicos y la placenta, las embarazadas deben tener especial cuidado de no consumir alimentos que puedan estar contaminados. “Hay que evitar los quesos blandos y cualquier tipo de carne cruda, sea vacuno, pescado o mariscos, ya que pueden contaminarse tanto por mala manipulación como por contigüidad con alimentos que porten la listeria. También es necesario desinfectar bien las verduras que se consumen crudas, guardar la comida refrigerada en recipientes cerrados y limpiar el refrigerador con una solución clorada una vez a la semana, ya que es una bacteria que puede reproducirse en el frío”.
Signos de Alarma
La embarazada debe estar atenta ante los siguientes signos:
- Contracciones uterinas frecuentes y/o dolorosas.
- Sangramiento.
- Pérdida de flujo mayor que lo habitual.
- Traumatismos que puedan repercutir en el embarazo o que impacten directamente el abdomen.
- Cefaleas prolongadas.
- Náuseas y/o vómitos persistentes.
- Ingesta de un fármaco contraindicado por error.
- Insolación y/o deshidratación.
- Fiebre alta, dolores musculares, sensación de estado gripal severo.