Comienza el verano y lo indicado es cuidarse de la radiación solar, es por esto que debes tomar medidas para disminuir la posibilidad de desarrollar cáncer de piel. Pon atención y sigue las recomendaciones de nuestros expertos de la especialidad en Dermatología.
1) Evita exponerte al sol durante las horas de mayor radiación ultravioleta (entre las 11 y las 16 horas).
2) Prefiere y busca siempre la sombra de árboles, toldos o techos.
3) Si debes exponerte al sol, protege tu piel con ropa oscura (azul, verde o gris), seca, de trama compacta, mangas largas y pantalones largos.
4) Si te expones al sol, nunca olvides usar un sombrero de ala ancha y lentes con protección UV.
5) En áreas de la piel inevitablemente expuestas aplica un protector solar con FPS 30, incluyendo labios y orejas (el protector se debe aplicar 20 minutos antes de la exposición y reaplicar cada dos horas).
6) Recuerda que los niños menores de dos años de edad no se deben exponer al sol, y menores de seis meses no deben usar protector solar.
7) En días nublados también debes estar protegido, porque las superficies como nieve, arena y agua reflejan la radiación ultravioleta.
8) Nunca utilices fuentes artificiales de radiación ultravioleta, como solárium.
9) Ciertos medicamentos aumentan la sensibilidad a la radiación ultravioleta. Infórmate con tu médico.
10) Si presentas una herida que no cicatrice, una mancha, un lunar o un bulto que cambie su aspecto, pique o sangre, consulta a tu dermatólogo.
Atención con los lunares
Los lunares que cambian con el tiempo pueden ser una señal de daño en la piel y de cáncer. Por lo mismo, es importante que estés atento y revises constantemente tus lunares y los de tu familia.
Hay muchos tipos de lunares, pero lo más importante “es conocer cuáles son aquellos que nos deben hacer sospechar de un cáncer de piel”, dicen los expertos de
Dermatología de Clínica Las Condes.
Desde hace años, los especialistas han creado un método para ayudar a identificar al lunar sospechoso:
el ABCDE. Cada letra resume una característica del lunar que hay que tener en cuenta para reconocer si podría ser maligno o no.
(A) Asimetría: si se divide el lunar en dos, una mitad es diferente a la otra.
(B) Bordes irregulares.
(C) Más de dos colores en la misma superficie del lunar.
(D) Diámetro mayor o igual a 6 mm.
(E) Evolución: cambios en el tiempo en forma, tamaño, color, que pica, sangra o no cicatrice después de dos meses.
Cabe mencionar que, si bien el
ABCDE es de gran ayuda para identificar lunares sospechosos, aquellos pacientes que tienen factores de riesgo de cáncer de piel deben mantenerse en control periódico por su dermatólogo.
Actualmente se dispone de múltiples tecnologías de imagen, como la dermatoscopía, la microscopia confocal, entre otras, que mejoran significativamente la capacidad de los especialistas de reconocer lunares potencialmente malignos en comparación con la observación a ojo desnudo. Además de esta lista es importante consultar al dermatólogo ante cualquier lesión en la piel que esté levantada, posea una consistencia firme y tenga tendencia a crecer.