El Reflujo Gastroesofágico

 
El reflujo gastroesofágico, comúnmente conocido como reflujo, es una afección en la que los contenidos del estómago, como ácido y comida, retroceden hacia el esófago. Esta condición puede tener varias causas.
 
Desde el Departamento de Gastroenterología, los especialistas indican que “uno de los principales factores es la incompetencia del esfínter esofágico inferior, una zona de alta presión que normalmente evita el reflujo. Además, la presencia de una hernia hiatal y la obesidad pueden contribuir al problema, ya que aumentan la presión intraabdominal.”
 
¿Cuáles son sus síntomas?
 
“Los síntomas clásicos del reflujo incluyen pirosis, o ardor detrás del esternón que asciende, y regurgitación, que es la devolución espontánea de ácido y comida desde el estómago hacia la garganta. También pueden manifestarse síntomas atípicos como dolor torácico, tos, disfonía y carraspera”, agregan.
 
¿Cuál es el tratamiento adecuado?
 
“El tratamiento del reflujo se basa en modificaciones del estilo de vida, como perder peso, elevar la cabecera de la cama, evitar comer tarde y el uso de medicamentos que disminuyen la producción de ácido, como el omeprazol y el esomeprazol”, finalizan los expertos.
 
Es importante concientizar sobre el reflujo, ya que puede dañar el esófago y generar lesiones o erosiones. Además, el reflujo no tratado puede llevar al desarrollo de cambios en el esófago, como el esófago de Barrett, una condición premaligna. Si experimentas reflujo persistente, es fundamental consultar a un gastroenterólogo, y según su recomendación, realizar una endoscopia para evaluar y abordar adecuadamente esta afección. La prevención y el tratamiento oportuno son clave para mantener una buena salud digestiva.