Incontinencia urinaria: tipos y tratamientos
14 de marzo, 2019
·Tratamiento y Recuperación
La prevención y consulta oportuna son clave en el tratamiento de la pérdida involuntaria de orina y también en la disminución de su impacto a la calidad de vida.
El 40% de las mujeres mayores de 40 años posee
incontinencia urinaria, esta cifra aumenta a 50% posterior a la menopausia. Se trata de una condición repercute directamente en la
calidad de vida de las personas y que últimamente ha aumentado en la población.
Se conoce como incontinencia urinaria a la perdida involuntaria de orina en diferentes grados y tipos dependiendo del paciente. Si bien es una enfermedad que puede afectar a ambos géneros, es más frecuente en mujeres y esto se explica por su relación con el parto.
“Ser
mujer, la edad, embarazos y el peso, son algunos de los factores de riesgo de esta enfermedad. También hemos visto que ha aumentado en el último tiempo lo que responde al fenómeno de envejecimiento de la población”, explican los doctores de Clínica Las Condes.
Existen tres tipos de incontinencia urinaria:
- De esfuerzo: es la más común y se produce cuando hay pérdida involuntaria de orina asociado a movimientos como saltar, estornudar, correr, toser, etc.
- De urgencia o urgincontinencia: es la necesidad repentina e intensa por orinar.
- Mixta: una mezcla de ambas.
“Dependiendo del tipo de incontinencia se puede aplicar diferentes tratamientos. En el caso de esfuerzo, se controla con
ejercicios kinesiológicos para fortalecer el piso pélvico,
cirugía, o una combinación de ambos. En otros pacientes con urgincontinencia, las alternativas son
kinesiterapia, medicamentos, neuromodulación y Botox entre
otros”, cuentan los doctores.
El miedo y la vergüenza son los principales enemigos de la incontinencia urinaria, pues muchas personas que se ven afectadas por esta condición no consultan. Por el otro lado, actualmente las alternativas de tratamiento son múltiples y con excelente respuesta en el control de la enfermedad. Por esto, los especialistas llaman a prevenir y consultar a tiempo, de esta forma se puede dar tratamiento oportuno y así evitar su impacto en la calidad de vida de las personas.