El cáncer ginecológico incluye a todos aquellos que se originen en los órganos reproductivos de una mujer. Entre los más frecuentes, está el de cuello uterino, endometrial y de ovario. ¿Se pueden prevenir?
Los cánceres ginecológicos más frecuentes en Chile, excluyendo el
cáncer de mama, son el
cáncer de cuello uterino, el cáncer endometrial y el cáncer de ovario. Cada uno de ellos son entidades muy distintas entre sí, tanto en los factores de riesgo, como en la etapa de presentación o pronóstico. “Lo único que los asemeja es que la cirugía cumple un rol importante en el tratamiento, sobre todo en las etapas tempranas de cada una de las enfermedades”, explica el
doctor Raimundo Correa, especialista en ginecología oncológica de Clínica Las Condes.
En mujeres sanas, el control ginecológico se realiza una vez al año, el que juega un rol importante en la etapa de prevención o diagnóstico temprano de cualquier patología maligna.
Cáncer de cuello uterino
El
cáncer de cuello uterino es una enfermedad propia de países no desarrollados, ya que en ellos los programas de prevención no logran captar a un porcentaje importante de la población.
“Junto a tener programas de prevención eficaces, hay que entender muy bien las causas por las cuales se produce la enfermedad. En este caso, la presencia de
Virus del Papiloma Humano (VPH) es muy prevalente, tanto en la enfermedad preinvasora, como invasora del cuello uterino”, explica el ginecólogo.
Es importante tener en cuenta que la infección viral se produce por transmisión sexual, por lo que las mujeres deberían consultar en caso de:
- Antecedentes de inicio precoz de la actividad sexual.
- Múltiples parejas sexuales. Es decir, mayor a 6 a lo largo de su vida, o mayor a 2 en los últimos 6 meses.
- Antecedentes de otras enfermedades de transmisión sexual que se encuentren en un riesgo elevado de contraer esta enfermedad.
Según el doctor Correa, junto a lo anterior, “otros factores de riesgo son el
tabaquismo, padecer otras enfermedades que generen una alteración del sistema inmune (inmunosupresión) y vivir en niveles socioeconómicos bajos”.
Por otro lado, es importante mencionar que en esta enfermedad se ha introducido una
vacuna contra el VPH que ha demostrado disminución significativa en la incidencia de la enfermedad. “Existen tres tipos de vacunas descritas, las cuales se comercializan en el país. Desde el año 2016, se introdujo la vacuna como parte del programa de inmunizaciones del ministerio de salud”, añade el especialista.
Cáncer de endometrio
El
cáncer de endometrio, por otro lado, es propio de países desarrollados por cuanto el factor de riesgo más importante es la
obesidad, la cual es muy frecuente de observar en este tipo de países.
“Aquí, el endometrio se ve afectado por dos tipos de hormonas, las cuales ejercen un efecto antagónico entre ellas. Estas hormonas son el
estrógeno y la
progesterona, las cuales se producen preferentemente en los ovarios. Sin embargo, existe una producción extraovárica de estrógenos a nivel del tejido adiposo (grasa). La mayor presencia de estrógenos circulantes, sin una oposición de progesterona a nivel del endometrio implica un crecimiento excesivo de las glándulas endometriales que resulta primero en una Hiperplasia de éstas, finalmente, en células neoplásicas (cancerígenas)”, dice el doctor Correa.
Existen otros factores de riesgo, como por ejemplo
edad avanzada y raza afroamericana, sin embargo, no son tan importantes como la obesidad. “También se debe mencionar que existe una asociación genética asociada a esta enfermedad como lo es la mutación de los genes de reparación celular, la cual se asocia al
Síndrome de Lynch o Neoplasia Colorrectal No Polipoídea Hereditaria. Desde este punto de vista, en pacientes delgadas, es importante indagar en la historia familiar de otras enfermedades neoplásicas, como por ejemplo
cáncer de colon, explica el especialista en cáncer ginecológico.
Cáncer de ovario
Por último, el
cáncer de ovario es una enfermedad poco frecuente. Afecta sólo al 1.5 a 2% de las mujeres. Sin embargo, dado la ausencia de síntomas específicos por lo general se diagnostica en etapas avanzadas, lo que implica que su tasa de mortalidad sea elevada y, a nivel de países desarrollados, representa la enfermedad neoplásica de origen ginecológico, excluyendo a cáncer de mama, con la tasa de mortalidad más elevada.
El doctor Correa explica que “el factor de riesgo más importante en esta enfermedad es la
historia familiar de cáncer de mama u ovario, pues tiene una asociación genética muy frecuente en aquellas pacientes con antecedentes de mutación de los genes BRCA 1 – 2”.
Prevención del cáncer ginecológico
En resumen, y a modo general, la prevención de estos tres tipos de
neoplasias malignas de origen ginecológico se basa, principalmente, en
educar a la población sobre los factores de riesgo asociados (cáncer de cuello uterino y cáncer de endometrio).
“Es necesario educar a la población, especialmente a las mujeres con el fin de que modifiquen hábitos y estilos de vida. Además, que integren una buena historia clínica y/o consulta con el médico respectivo en los casos de antecedentes familiares de cáncer de ovario y/o mama. También hay que recordar la existencia de una vacuna específica contra el Virus del Papiloma Humano como parte de la prevención del cáncer de cuello uterino”, dice.
Por último, es fundamental enfatizar en el rol del control ginecológico periódico (anual) en toda mujer que tenga o no algunos de los factores de riesgo mencionados previamente.