La incontinencia urinaria afecta a casi la mitad de las mujeres mayores de 40 años. La instalación quirúrgica de una cinta es uno de los tratamientos que permiten recuperar la calidad de vida en estas pacientes.
La
pérdida involuntaria de orina o incontinencia urinaria es una condición frecuente en mujeres, especialmente después de la menopausia. Es una enfermedad que tiene diferentes formas de tratamiento dependiendo de su grado y tipo, las cuales pueden abarcar desde
ejercicios de piso pélvico hasta la cirugía para incontinencia urinaria en la que se instala una
cinta vaginal de libre tensión que permite cerrar la uretra y el cuello de la vejiga, evitando así el escape de orina.
La incontinencia urinaria es una
patología progresiva, por lo que mientras antes sea tratada es mejor para la paciente, ya que afecta directamente a la
calidad de vida y autoestima de las personas.
Existen distintos
tipos y grados de incontinencia urinaria, por lo que antes de definir el
tratamiento, el especialista debe realizar un diagnóstico preciso a través de
exámenes físicos y el historial de la paciente.
Cirugía
A través de los tratamientos disponibles esta patología tiene excelentes resultados en su manejo. En el caso de la
cirugía, su efectividad es el 90% y permite a las pacientes retomar sus actividades diarias de manera normal.
“Actualmente el tratamiento quirúrgico más efectivo para el manejo de la incontinencia urinaria consiste en la
instalación de una cinta de material sintético que restaura la posición original del conducto por donde sale la orina, llamado uretra. Esta cirugía se realiza por vía vaginal con muy buenos resultados, la gran mayoría de nuestras pacientes logran retomar sus actividades sin el temor de perder orina de manera involuntaria, logrando así un significativo cambio en su calidad de vida”, explica el Sebastián Medel del
Centro de Piso Pelviano de Clínica Las Condes.
El especialista además señala que la cirugía para la incontinencia urinaria, conocida también como
cinta mediouretral a libre tensión, está indicada para aquellas pacientes en las que ocurre una pérdida involuntaria de orina frente a situación como
toser, estornudar, levantar piso, reír, realizar deportes o durante relaciones sexuales. “Para aquellos casos leves o que no tienen gran impacto en la calidad de vida, se debe siempre empezar con
ejercicios de piso pélvico antes de proponer una cirugía”, agrega el doctor Medel.
Recuperación
La cirugía para la incontinencia urinaria es
mínimamente invasiva, por lo que su recuperación es rápida. Normalmente las pacientes permanecen una noche hospitalizadas y luego son dadas de alta. “Las actividades diarias y el deporte pueden ir retomándose gradualmente, siempre supervisados por el médico tratante. En general se consideran entre 6 a 8 semanas como un período óptimo de recuperación, tiempo en el que se eliminan los puntos, cicatriza la mucosa vaginal y se incorpora adecuadamente la cinta”, explica en especialista.