¿Como afrontar un test de embarazo negativo luego de un tratamiento de fertilidad?

A diferencia de otras atenciones médicas, los tratamientos de fertilidad ponen en manos de un otro el logro de uno de los proyectos más significativos de la vida. El acompañamiento por psicólogos especialistas permite brindar espacios de contención emocional en este proceso.

El camino hacia lograr un embarazo muchas veces conlleva altos montos de estrés emocional, entre expectativas, ilusiones y desilusiones. Comienza un proceso de duelo desde el momento mismo en que, por ejemplo, la infertilidad es diagnosticada.
 
La psicóloga de la Unidad de Medicina Reproductiva de Clínica Las Condes, María Paz Bustamante, señala que, en general, los intentos fallidos producen en las parejas un gran estrés y cansancio físico y emocional. 

 
“Es frecuente experimentar sentimientos de duelo frente a un mal resultado, sentir tristeza, culpa, enojo o frustración, percibiendo las emociones como una ‘montaña rusa’ que oscila entre ilusión y desesperanza, donde pueden surgir las preguntas: ¿por qué a mí y no a otra persona?, ¿será que nunca lograré ser madre/padre?”, indica.
 
 

Consejos para afrontar intentos fallidos

 
 
La especialista asegura que, si bien no existe una única manera “adecuada” para enfrentar un resultado negativo, hay algunas estrategias que pueden ayudar:
 

• Ni huir, ni rechazar: Lo más común es intentar empujar lo más lejos posible las emociones difíciles para evitar contactarse con ellas. Muchas personas buscan ignorarlas u olvidarlas, llenando su vida con distracciones continuas. Al hacer esto normalmente, solo se acumulan e intensifican con el tiempo, desarrollando cuadros de depresión, estrés o ansiedad.

 

• Validar las propias emociones, asumiendo una actitud benevolente consigo mismo: En general, hombres y mujeres se encuentran invadidos por la propia autoevaluación, juicio y crítica. Suelen compararse con aquellos que ya han logrado formar familia y hasta se culpan cuando las cosas van mal. Esto solo contribuye a aumentar el malestar emocional. Validar las emociones implica reconocer lo que se siente y luego permitírselo, siendo amable y contenedor consigo mismo, sin juzgar o intentar dejar de sentir esa emoción rápidamente.

 

• Comunicar y expresar a un otro de confianza lo que sentimos: Abrir un espacio de diálogo para expresar las emociones con la pareja, algún familiar de confianza o amistades cercanas, ya sea cara a cara o a través de conversaciones telefónicas o video llamadas. Poder pedir ayuda, hablar y ser escuchado es sano.

 

• Darse espacio para sanar si es que se hace necesario: A veces las personas necesitan un tiempo para cuidarse física y mentalmente y recobrar la confianza. Un mes de descanso para renovar energías y confianza. También es útil buscar pasatiempos que se han olvidado en el camino o nuevos proyectos que hagan sentido, a la par de retomar el tratamiento de infertilidad.

 

• Realizar ejercicios de respiración y relajación: Se ha comprobado que la velocidad y profundidad de la respiración influye en las emociones. Escucha y ejercita diariamente meditaciones o audios de mindfulness.

 

• Desafiar activamente los pensamientos inquietantes:  Otra estrategia para reducir el estrés y la ansiedad, es asumir una postura crítica frente al pensamiento inquietante, desafiando las suposiciones negativas. Por ejemplo, frente a pensamientos rígidos como: “ahora nunca lograré ser mamá”, se hace necesario buscar otras alternativas de pensamiento más constructivas como: “esto duele, es difícil, esperaba un positivo, pero hoy no es siempre”.

 
Asimismo, una vez logrado el embarazo, la psicóloga plantea que es muy importante contar con personas significativas con quienes poder hablar de miedos o fantasías en torno la perdida; que la pareja o quienes acompañen a la embarazada sean tolerantes con su ánimo fluctuante y validen sus emociones.
 
Sin embargo, aconseja que, en el caso de que se considere que el miedo es demasiado intenso, se busque acompañamiento durante el embarazo y puerperio con un psicólogo perinatal.