La cirugía puede ser la mejor alternativa cuando la condición no tiene tratamiento médico.
La
obstrucción nasal puede ser provocada tanto por una
desviación del tabique nasal, un
crecimiento anormal de los cornetes inferiores (alergia), o por
tumores benignos o malignos. Tenerla puede provocar problemas como congestión y obstrucción nasal, aumento de la intensidad de los
ronquidos y sueño menos reparador, entre otras situaciones, incluyendo cefaleas y sinusitis crónicas.
El doctor
Luis Cabezas, otorrinolaringólogo de Clínica Las Condes, explica que cuando la causa es por crecimiento de cornetes es posible hacer tratamiento médicos con antialérgicos y/o corticoides locales en inhaladores, los que se aplican directamente en la fosa nasal o, en casos más severos, corticoides a tomar o inyectables. Pero “el resto de las causas son todas de resolución quirúrgica”, sostiene.
Para eso la solución es
una rinoseptoplastía funcional que permite que el paciente tenga la nariz destapada, la cual se realiza con endoscopios, por dentro de la nariz o a través de pequeñas incisiones internas.
“Estos pacientes, en general, quedan con unos ‘tubos’ en la nariz que permiten estabilizar el tabique y se dejan durante 5-7 días”, indica el especialista.
También está la opción de una
cirugía estética, que se puede hacer con incisiones internas (rinoplastías cerradas) o a través de incisiones en el margen de la nariz que se unen en la columela y que permiten levantar la piel (rinoplastías abiertas). “Estos pacientes quedan con un estabilizador externo por una semana y posteriormente telas en el dorso y masajes. El resultado final se ve a los 6 meses”, señala el doctor Cabezas.
La cirugía estética se debe hacer una vez que la
nariz haya completado su crecimiento, por lo general entre los 15 y 18 años, dependiendo del desarrollo de cada paciente, mientras que una cirugía funcional se puede realizar a cualquier edad.