Tomar ciertas precauciones es importante para evitar las infecciones que se pueden producir por pasar mucho tiempo bajo el agua. Conoce aquí cuáles con las principales recomendaciones.
Las
piscinas son la estrella de las vacaciones, pero hay que saber que existen ciertos riesgos asociados, no solo por los
accidentes, sino también por la humedad y bañarse por periodos muy largos que pueden causar algunas
infecciones comunes durante el verano.
Con la ayuda de diferente
especialistas CLC, te contamos cuáles son estas
infecciones más comunes o las denominadas
enfermedades transmitidas en aguas recreativas y qué hacer para prevenirlas.
Otitis externa
“El oído externo está formado por cartílago y eso no da mucho espacio para expandirse. Con la otitis esta zona se inflama, produciendo dolor o sensación de oído tapado. En caso de infección, por lo general el tratamiento consiste en gotas antibióticas cinco a siete días”, explica la
doctora Bharti Tulsidas, otorrinolaringóloga de CLC.
Para prevenir la
otitis en el verano, los especialistas entregan los siguientes consejos:
- No usar cotonitos para limpiar el oído. Este hábito puede provocar lesiones en el conducto auditivo e incluso en el tímpano, predisponiendo a las infecciones. Solo se puede limpiar el pabellón auricular (la oreja).
- Moderar el tiempo de permanencia en el agua: un niño no debería pasar más de 20 o 30 minutos seguidos en la piscina. Debe descansar fuera del agua al menos 30 o 40 minutos antes de volver a nadar. También hay que secarse el pelo después de la piscina.
- No mojarse los oídos en la ducha y nunca lavar con jabón o champú el conducto auditivo.
- Ante otitis muy rebeldes, el médico puede recomendar el uso de tapones o soluciones que ayuden a restablecer el pH del conducto auditivo.
- Consultar con un especialista si el niño se queja de picazón o dolor de oídos, especialmente si se ha expuesto a humedad excesiva o ha usado cotonitos.
Infecciones urinarias
Las
infecciones urinarias son una patología bastante común en verano debido a la presencia de microorganismos en el tracto urinario -riñones, uretra, vejiga- la
Escherichiacoli, una bacteria que normalmente vive en el intestino. Afecta principalmente a las mujeres y sus síntomas más comunes son:
- Necesidad urgente y frecuente de ir al baño.
- Picazón o quemazón en la uretra al ir al baño.
- Enrojecimiento de la vulva.
- Picor vaginal.
- También puede aparecer dolor al orinar
- Color turbio, lechoso (espeso) o anormal de la orina.
- Sangre y hasta fiebre y dolor renal en los casos más graves.
La mayoría de los casos el contagio es por el contacto de la zona con las bacterias. Durante el verano, debido al aumento de la temperatura, se produce también una
mayor sudoración en la zona genital, facilitando el paso de las bacterias desde el área perianal a la vulva y la vagina,
aumentando la posibilidad de infección.
Este mismo efecto se produce al quedarse con
el traje de baño húmedo o mojado después de bañarse en la piscina o el mar.
Conjuntivitis o irritación ocular
La
conjuntivitis o
irritación ocular se puede producir por abrir los ojos bajo el agua con
exceso de cloro en las piscinas o por
contagio de adenovirus, lo que genera
picazón y enrojecimiento en los ojos. El agua está contaminada con sudor, orina y fluidos corporales que, al interactuar con el cloro de la piscina, forman las cloraminas, compuestos químicos que producen mucha
irritación ocular.
“La mayoría de las veces el
ojo rojo después de un largo baño en la piscina es solo irritativo y, por lo tanto, transitorio. Si al niño no le molesta y cede al poco rato, no es necesario usar gotas o preocuparse. Solo debe
consultar si el ojo rojo y las molestias duran hasta el día siguiente”, señala el
doctor Eduardo Villaseca, oftalmólogo pediatra de CLC.
Sobre el uso de
lentes de contacto en la piscina, el especialista explica que se deben retirar antes de bañarse, “ya que se contaminan de inmediato al hacer contacto con el agua, pudiendo generar infecciones muy graves, incluso si se usan lentes protectores para el agua, ya que con frecuencia se corren con los piqueros o juegos”.
Dermatitis
“En el caso de que el baño se prolongue demasiado es posible que aparezcan
irritación y sequedad en la piel que, por lo general, sanan solas. Sin embargo, debido a la humedad, en algunos pacientes que transpiran mucho puede aparecer un hongo que produce
pitiriasis versicolor, que se manifiesta con
manchas blancas a marrones y suelen destacar en las pieles bronceadas. Esto debe ser consultado para recibir un tratamiento que muchas veces es oral”, comenta la
dermatóloga Patricia Apt.
En aguas más tibias o calientes, pueden proliferar infecciones como
foliculitis o
pseudomonas de la piel, por lo que es necesario estar atentos a que las piscinas estén limpias y con la cantidad de cloro adecuado.
Además, hay que tener cuidado con las
picaduras de insectos, como abejas. Para protegerse, se recomienda usar calzados como hawaianas.
Pie de atleta
El
pie de atleta es una infección producida por hongos presentes en las superficies y que suelen afectar la planta del pie haciendo que la piel se ablande y se inflame. Incluso se pueden llegar a formar
heridas y grietas dolorosas. Para prevenir es importante secar bien la planta de los pies y entre medio de los dedos después de cada baño. En caso de infección, es necesario utilizar alguna crema antimicótica.
Otras infecciones que pueden aparecer en los pies son
verrugas por contaminación al caminar descalzo en superficies de piscinas o lugares públicos.