Chile encabeza el ranking de obesidad femenina en Sudamérica, mientras los hombres ocupan el segundo lugar.
En los buenos hábitos alimenticios está la clave para prevenir que la
obesidad en Chile siga creciendo, lo que hay que comenzar desde la niñez. Eso, porque hoy el 9,3% de los chilenos menores de cinco años presenta sobrepeso, una de las mayores tasas de América Latina y el Caribe. ¿Qué hacer? Poner ojos a sus colaciones, por ejemplo, es una buena manera de comenzar.
La doctora
Ximena Raimann, nutrióloga infantil de Clínica Las Condes, señala que hoy no hay niño que no lleve de
colación un paquete de galletas, “cuando todos sabemos que debería llevar una fruta", dice.
A ello se suman otros factores, como el almuerzo que llevan al colegio que solo incluye plato de fondo, cuando lo que se debería hacer es reducir la cantidad para complementarla con un poco de
ensalada y una fruta.
La once-comida con la que muchos chilenos reemplazan la cena, también es un problema. Lo correcto, según la especialista, es tener
cuatro comidas diarias, y la once o merienda debe ser liviana.
Los niños, por ejemplo, podrían tomarse una
leche descremada con un pedacito de pan, detalla. En la despensa, en tanto, no debería haber chocolates y galletas, en ella y el refrigerador debe haber opciones saludables, como frutas y verduras lavadas y listas para su consumo. “No hay nada de malo en comer dulces y papas fritas o helado de vez en cuando, pero tiene que ser para un día especial, un cumpleaños, un domingo familiar, por ejemplo; no algo que se dé de lunes a viernes”, enfatiza. Menos aún hacerlo frente a alguna pantalla.
Los niños menores de dos años no deberían comer dulces ni pan. "
Mientras más tarde introduzcamos el gusto por el dulce, mejores hábitos van a tener los niños", asegura. Que beban agua es fundamental.