Cuatro aspectos que se deben trabajar para amar sanamente
16 de febrero, 2017
·Bienestar Psicológico
Amar sanamente involucra un trabajo previo contigo mismo. ¿Cómo lograrlo?
¿Te has preguntado alguna vez qué significa amar sanamente? El
amor es un sentimiento complicado pero muchas veces se dificulta aún más cuando no estamos preparados para relacionarnos sanamente con un otro.
Según la
psicóloga de Clínica Las Condes, Daniela Toro, “muchas veces creemos amar sin lograr percibir que hay tareas que aún no hemos logrado realizar para poder realmente ‘amar sanamente a otro'”.
Amar a una persona de manera sana implica ser capaz de
diferenciarse del ser amado. En otras palabras, significa “tener conciencia de que la persona que uno
ama tiene su propia existencia e individualidad, que no es para mí, sino conmigo”, recalca la especialista.
Para poder relacionarnos de esta forma, es importante que antes tú hayas realizado ciertas tareas que la psicóloga de Clínica Las Condes enumera aquí:
- Definir quiénes somos. “No es posible relacionarnos sanamente si no hemos logrado definir quiénes somos y si no hemos logrado tener conciencia de que constituimos un ser diferente a los otros seres, comenzando por la diferenciación de las figuras paterna y materna”, explica.
- Ser autónomo. “Debemos haber logrado individualizarnos, visualizarnos como seres autónomos, que podemos vivenciarnos con límites y hacernos cargos de nuestras vivencias y mundo interno”, señala Daniela Toro.
- Conocer nuestras vulnerabilidades. Según la psicóloga, “debemos haber logrado entender que cada uno es responsable de mirarse y detectar sus propias vulnerabilidades y abarcarlas de manera constructiva y /o sanadora”.
- Reconocer y sanar historias anteriores. Si en algún momento, por ejemplo, fuiste rechazada (o) o te sentiste poco acogida (o) y esto generó una sensación de angustia, “debes lograr reconocer esos aspectos de la vivencia y diferenciarlos”. En otras palabras, entender de dónde vienen, asumir esos hechos y sanarlos. De esta manera se evita depositarlos –sin conciencia- en otras relaciones.
Estos cuatro aspectos apuntan a que podamos tener conciencia de nosotros mismos y capacidad de entender y resolver nuestras carencias, disfrutando de otro que al igual que nosotros, tiene su propia biografía y sentir. “
Dos personas que se reconocen, se aceptan y se acompañan en sus vulnerabilidades”, dice Daniela Toro.