Cuando se fuma, corazón, cerebro y pulmones se ven afectados.
Cada vez que fumas, los radicales libres provenientes del
consumo de tabaco oxidan partículas de colesterol y las hacen Proaterogénicas. En términos más sencillos, la placa de colesterol que puede estar en sus arterias, y que reducen el diámetro de tus vasos sanguíneos, se oxidan.
Pero eso no es todo. Según
el doctor Cristián Ibarra, broncopulmonar del Centro Respiratorio y Cirugía de Toráx de Clínica Las Condes, fumar cigarrillos provoca que las arterias se estrechen al producir un fenómeno denominado vasoconstricción. “Por otro lado, también genera daño vascular, inflamación y aumento de la formación de trombos. Todos son factores asociados a
ateroesclerosis y
accidentes vasculares isquémicos”, señala el especialista.
Condiciones asociadas al consumo de tabaco
“Sabemos que más de la mitad de las personas que fuman morirán por alguna enfermedad relacionada con el tabaco. El 30% de todas las muertes por
enfermedad cardiovascular (infartos o accidentes cerebrovasculares) se deben al consumo de tabaco. También se relaciona con el cáncer al pulmón, mama, cabeza y cuello, gástrico, pancreático, renal, vesical, de ovarios, trompas de Falopio y peritoneo, útero y anal entre otros”, indica el doctor Ibarra.
Existen otras condiciones respiratorias crónicas que están asociadas al tabaquismo, como el desarrollo de
enfisema y la descompensación de
asma, bronquiolitis y otras. Tuberculosis,
neumonía, influenza, meningitis y resfrío común también están relacionadas al consumo de cigarrillos.
También existen otras patologías que se complican cuando ese paciente fuma. En el caso de los
pacientes diabéticos, se pueden descompensar y aquellos que tienen
osteoporosis pueden ver aumentado el riesgo de fracturas. “Además, incrementa la posibilidad de
menopausia prematura,
disfunción eréctil, y subfertilidad. Puede también producir complicaciones durante el embarazo”.
A nivel digestivo, quien fuma tiene más posibilidades de desarrollar
úlcera gástrica, enfermedad periodontal y, por supuesto, mayor riesgo de complicaciones quirúrgicas a todo nivel. “Cuando son años de tabaquismo, el daño acumulado está directamente asociado con el desarrollo de eventos cerebrovasculares. Sabemos que, a mayor duración de la exposición a tabaco y a mayor número de cigarrillos consumidos, hay mayor riesgo cardiovascular”, insiste el broncopulmonar.
