• Entre el 5 y el 10% la población en Chile padece asma, una enfermedad que de no ser tratada en forma adecuada, puede provocar el deterioro irreversible de la función pulmonar.
La sensación de pecho apretado, tos crónica, ahogo y un ruido al respirar similar a un silbido, son algunos de los síntomas que experimentan quienes padecen
asma, una enfermedad inflamatoria de la vía aérea que, si no es tratada correctamente, puede provocar serias complicaciones.
En nuestro país, entre el 5 y el 10% de la población vive con esta condición, que se agrava ante la presencia de algunos agentes desencadenantes, como humo de cigarro o la caspa de las mascotas, llegando incluso al deterioro irreversible de la función pulmonar.
La doctora
María Teresa Parada, broncopulmonar del Centro Respiratorio y Cirugía de Tórax de Clínica Las Condes, señala que son muchos los que aún desconocen la importancia que juega el ambiente en el manejo adecuado del asma, por lo que entrega un listado de elementos que podrían agravar esta condición:
- Contaminación ambiental: es uno de los principales desencadenantes de las crisis de asma, ya que produce inflamación de la vía aérea, aumento de secreciones y deterioro de la obstrucción bronquial, por eso se recomienda no realizar ejercicio exterior en días muy contaminados. Lamentablemente, esto es aún más complicado en nuestro país, ya que según los últimos estudios de la Organización Mundial de la Salud, Chile se ha posicionado como uno de los países líderes en los rankings de contaminación ambiental de Latinoamérica.
- Alergias: algunos elementos comunes como el polen de los árboles, el pasto o los ácaros de polvo provocan reacciones alérgicas en personas sensibilizadas a estos alérgenos, las que al poco tiempo generan una crisis de asma. Es más, puede que hasta tu mascota esté agravando el problema, esto porque la caspa que producen también son desencadenantes de alergia, sobre todo en el caso de aquellas que están dentro del hogar, como los gatos y algunas razas de perros con abultado pelaje.
Si quieres controlarlo, lo mejor es evitar su exposición, aunque es importante considerar que no todas las personas que sufren alergias padecen asma, así como tampoco quienes tienen asma sufren siempre de alergias.
- Sustancias en el hogar: ciertos inhalantes empeoran la inflamación de la vía aérea en forma progresiva y pueden gatillar una crisis de asma. Algunas de ellas son los detergentes, los insecticidas en spray, el cloro, algunos desinfectantes, solventes de pinturas o similares, humo de incienso, parafina, humo de leña, y por supuesto, el humo del cigarro.
- Virus: provocan una inflamación de la vía aérea, lo que empeora los síntomas de una persona asmática posterior al resfrío, por eso aumentan las crisis obstructivas en invierno, cuando se presenta el peak se enfermedades respiratorias.
- Aire frío: el uso de aire acondicionado, que es frío y seco, aumenta la irritabilidad de la vía aérea y puede producir obstrucción, desencadenando alguna crisis de asma.
- Medicamentos: siempre debes comentar a tu médico los medicamentos que estás tomando, ya que existen algunos utilizados para tratar la hipertensión arterial que pueden favorecer la obstrucción bronquial.
- Ejercicio: El ejercicio aeróbico en un grupo de pacientes, principalmente niños y jóvenes, puede desencadenar una obstrucción, lo que una vez reconocida es tratable, permitiendo realizar actividad física sin problemas.
“Tres o cuatro veces al año sufría episodios severos de asma”
Andrea Álvarez padece asma desde los 20 años. Cuando hace memoria, recuerda claramente cómo durante su época universitaria los profesores fumaban en la sala de clases y el humo afectaba seriamente su condición. Tanto es así que por lo menos
tres o cuatro veces al año sufría episodios severos de asma, llegando a ser atendida de urgencia en varias ocasiones.
En esa época, Andrea desconocía que el humo del cigarro era un agente desencadenante de sus crisis de asma, lo descubrió tiempo después, cuanto también se enteró de forma abrupta de su alergia a las pasas. “Empecé a comer una bolsa gigante mientras estaba con mi mamá y de repente tuve que pedirle que no me hablara más porque me sentía extraña. Empecé a toser y me fui en auto a la casa, evitando pasar a la clínica, ya que iba con mi hija, pero sabía que estaba pasando algo raro. Al llegar mi hija se dio cuenta que estaba ahogada y corrió a buscarme el inhalador, por suerte justo llegó mi marido y pudo llevarme nuevamente a urgencias”, comenta.
Este tipo de episodios continuaron repitiéndose por años, situación que incluso llevó a Andrea a modificar su rutina diaria en el ámbito laboral. “Era una persona demasiado trabajólica, porque me sentía en desventaja con el resto de mis compañeros, como la persona que tenía que esforzarse mucho más, ya que así cuando me empezara a ahogar, a dar nuevamente un episodio de asma y tuviera que internarme, si había algún trabajo urgente yo ya lo tenía controlado”, explica.
Afortunadamente, desde hace un año que Andrea no presenta crisis de asma, no ha utilizado corticoides orales ni ha debido hospitalizarse por descompensación, todo gracias a que se encuentra en tratamiento en el grupo de Asma de difícil control de Clínica las Condes, lo que además ha hecho que su función respiratoria alcance un 100%.
¿Cómo tratar el asma provocado por factores externos?
El 95% de los pacientes con asma pueden ser controlados de manera eficaz con distintos tratamientos. Al igual que en el caso de Andrea, donde su asma se agudizaba por factores externos. Sin embargo, la doctora Parada explica que independientemente de qué tratamiento esté siguiendo el paciente, lo primordial es que se comprometa a cumplirlo a cabalidad. “El tratamiento para el asma provocado por agentes externos consiste en suministrar corticoides inhalados para desinflamar y broncodilatadores para revertir signos obstructivos, pero lo más importante es reconocer qué agentes externos deben controlarse o eliminarse para obtener una adecuada respuesta al tratamiento”, explica.