Practicar deporte tiene grandes beneficios, pero deben ser realizados con precaución.
El fútbol, básquetbol, vóleibol, atletismo y los aeróbicos son considerados deportes de impacto, los que tienen numerosos beneficios, pero que pueden causar
lesiones si no se los practica bien.
El doctor
Natalio Cuchacovich, traumatólogo de tobillo y pie de Clínica Las Condes, explica que los deportes de impacto en el tobillo y pie son aquellas prácticas deportivas en las cuales estas articulaciones son sometidas a cargas iguales o mayores al peso corporal en forma repetitiva, como los deportes ya mencionados. “En estos deportes se presentan, dependiendo de la intensidad y frecuencia con que se practiquen,
lesiones por estrés o sobreuso”, dice.
Entre esas lesiones, las más frecuentes a
nivel óseo en el tobillo y pie son:
- Periostitis de la tibia.
- Fracturas por estrés del quinto metatarsiano, navicular, calcáneo y malévolo medial.
“En los
tendones, las lesiones más frecuentes son las
tendinopatías aquilianas que comprometen al cuerpo y menos frecuentemente a la inserción del tendón, las
tenosinovitis de los peroneos y la
insuficiencia del tibial posterior”, indica el traumatólogo.
¿Cómo evitar lesiones por estrés o sobreuso?
Las estrategias para evitar este tipo de lesiones implican una
pauta de entrenamiento con exigencias acordes a nuestro nivel y desempeño deportivo, que integre plazos de recuperación osteomuscular adecuados.
“El
fortalecimiento de los grupos musculares involucrados, el rango articular adecuado, así como el desarrollo de una buena técnica en el deporte a desarrollo limita estas lesiones”, dice el doctor Cuchacovich.
También mantener un
peso adecuado es fundamental para evitar lesión por sobreuso en las extremidades inferiores, ya que en ciertas articulaciones del pie durante la carrera o el salto pesan entre 3 a 5 veces el peso de nuestro cuerpo, de manera que cada kilo extra se multiplica por 3 en cada salto o paso en carrera.
“El
aporte nutricional debe ser acorde a los requerimientos de cada individuo de acuerdo a las exigencias del deporte que practique, siendo en ocasiones necesario la evaluación nutricional y aportes de suplementos específicos (calcio, vitamina D y otros)”.
Las alteraciones en el eje del tobillo y pie (pie cavo varo o plano valgo) también pueden favorecer la aparición de estas lesiones. Medidas tan sencillas como el
uso de una plantilla adecuada, pueden disminuir la incidencia de estas lesiones.
“Finalmente, hay que recordar que el
calzado deportivo tiene que ser adecuado al deporte a realizar. Estos tienen una vida media, que una vez cumplida deja de absorber el impacto en forma progresiva, favoreciendo este tipo de lesiones”, enfatiza.
Un ejemplo son las
zapatillas de running, que vienen diseñadas para correr una cantidad de kilómetros establecidos por el fabricante, posterior a lo cual deben ser reemplazadas.