Conoce a través de qué lesiones se produce y cómo se diagnostica un problema en los meniscos.
Esenciales en el
funcionamiento de la rodilla, los
meniscos se pueden lesionar tanto por traumas deportivos, como por causas degenerativas. Consultar ante los primeros síntomas es imprescindible para evitar un daño mayor.
Por eso, la
doctora Magaly Iñíguez,traumatóloga de Clínica Las Condes, explica aquí cómo se diagnostica.
Los
meniscos son dos estructuras de fibrocartílago con aspecto de medialuna, ubicadas dentro de la rodilla, entre el fémur y la tibia, en los compartimentos medial y lateral. Estos son muy importantes en el funcionamiento de la rodilla, ya que permiten realizar una
absorción del impacto, actuando como “amortiguadores”, ayudan a transferir las cargas, aumentan el contacto que existe entre el feémur y la tibia, generando un incremento en la estabilidad de la articulación.
Las
lesiones meniscales pueden clasificarse según su causa y presentación en dos grandes grupos:
traumáticas y degenerativas. “Las primeras ocurren generalmente en pacientes jóvenes con meniscos sanos pero que fueron
sometidos a fuerzas excesivas por algún accidente o trauma deportivo. Las segundas, se presentan en pacientes de mayor edad con meniscos
que ya presentan un deterioro natural del tejido por los años o porque han sido expuestos a una mayor exigencia como ocurre en pacientes con sobrepeso u obesidad”, indica la doctora Magaly Iñíguez.
Los
síntomas principales que acompañan una rotura meniscal
son dolor, inflamación, puede haber dificultad para movilizar la rodilla e incluso, en ocasiones, se puede bloquear el movimiento normal.
La doctora Iñíguez, dice que es
importante acudir al especialista para evaluar los síntomas y obtener un diagnóstico temprano ya que hay otras patologías que generan síntomas muy similares y se pueden confundir.
“El diagnóstico se realiza mediante la
historia clínica del paciente, es decir, los síntomas que presenta, más el examen que realiza el médico. Para confirmarlo, se practican exámenes de imágenes, que incluyen la radiografía y resonancia magnética, determinando así la ubicación, el tipo de lesión y si existen otras lesiones asociadas”, señala la especialista.