El concepto de “light” está asociado a la reducción de los elementos que pueden causar daño a la salud de las personas; en nutrición, se interpreta como menor cantidad de sal, azúcar y grasa del producto.
Pero cuando se trata de cigarros,
¿light también es menos nicotina? “Pareciera ser que los cigarrillos light son menos dañinos. La verdad que parecieran serlo pues tienen menor contenido de alquitrán y nicotina, sin embargo, se le adicionan
sustancias como el amoniaco que hace extraer más nicotina a pesar de tener menos por cada cigarrillo”, señala el
doctor Daniel Seijas, jefe del departamento de Psiquiatría y de la Unidad de Adicciones y Tabaco de Clínica Las Condes.
Al final de cuentas, los
cigarrillos light producen la misma adicción y daño que los cigarrillos tradicionales. “No es una alternativa para
dejar de fumar, solo debe dejar de hacerlo”, dice el psiquiatra.
Por otro lado, el experto agrega que recientemente se ha publicado una investigación que muestra que los cigarrillos light producen un aumento de un tipo de cáncer “
el adenocarcinoma” incluso por encima de los cigarrillos corrientes. Esto se explicaría pues, para que sean “light”, les hacen perforaciones en el filtro para que se mezcle con más aire y reduzca el alquitrán y nicotina que ingresa.
Lo que la Industria del Tabaco no sabía, o no informaba, es que esto produce que el humo aspirado baje de temperatura y deposite más tóxicos que a alta temperatura. Por lo tanto,
no es cierto que sean menos dañinos.
Niños y adolescentes fumadores
Los niños y adolescentes que comienzan en este hábito, tienen un
mayor riesgo de daño a la salud. “Se ha visto que hay una asociación entre fumar a temprana edad y cuadros de impulsividad y conductas, así como también un riesgo aumentado de hacer depresiones en el futuro”, indica el especialista. Esto último es independiente de los factores genéticos, por lo que puede ocurrir en menores que tengan antecedentes familiares de depresión, como en aquellos que no tienen historia de la enfermedad.
Tampoco hay que olvidar que una persona se puede volver adicta a la nicotina con un corto período desde la primera vez, incluso antes de que fume a diario. La
nicotina que contiene el cigarrillo puede ser
tan adictiva como la cocaína o la heroína, riesgo que también puede afectar a los menores.
Según cifras de Senda,
la edad promedio de inicio del consumo de tabaco es de 13,2 años, sin distinción de género ni características de los colegios. Por lo mismo, dice el doctor Seijas, se debe insistir en la prohibición de venta de cigarros a los menores de edad y en las sanciones y supervisión respectiva.