Adultos mayores: ¿cómo darles una mala noticia?

Uno de los mayores estresores para este grupo de personas es la muerte de un hijo.

Nunca dar una mala noticia ha sido fácil, pero informar de un acontecimiento nefasto a un adulto mayor puede ser más complicado. Fue lo que posiblemente ocurrió la actriz Debbie Reynolds, quien, al enterarse de la muerte de su hija, la actriz Carrie Fischer, sufrió un accidente cerebro vascular que también la llevo a la muerte.
 
La doctora Adela Herrera, geriatra de la Clínica Las Condes, señala que para los adultos mayores hay distintas situaciones que pueden estresarlos. El más grande estresor es la pérdida o muerte grave del cónyuge, en segundo lugar, está la pérdida o muerte grave de un hijo; en tercero, un cambio de domicilio y por último, el padecimiento de una enfermedad aguda.
 
Cuando hay que dar una mala noticia, dice la doctora Herrera, es fundamental conocer y analizar bien el contexto de quien recibirá la información. Lo primero que se debe hacer es buscar un lugar cómodo, un espacio que asegure la privacidad del adulto mayor y en el que pueda reaccionar.
 
A continuación, se debe analizar si el paciente está o no capacitado para recibir la mala noticia. ¿Es necesario que lo sepa? ¿Es capaz de entenderlo?
 
También es necesario mostrar empatía, comprender las emociones del adulto mayor y esperar pacientemente a que procese bien la información. De requerirlo, se debe buscar el apoyo de especialistas para la indicación de medicamentos en caso de que la persona se ponga muy nerviosa o se descompense de alguna enfermedad.
 
Lo que nunca se debe hacer, dice la doctora Herrera, cuando se trata de personas autónomas es ocultarles información, “no hay que olvidar que un adulto mayor está mejor preparado que cualquier otro ante las malas noticias. Han vivido mucho más y por tanto mientras lo requiera, lo mejor es comunicarles todo”, señala la geriatra.