La EPOC es una enfermedad que produce dificultad respiratoria por daño de los bronquios y del pulmón. Muchas personas la conocen con el nombre de enfisema, que es el daño pulmonar, o bronquitis crónica, el daño bronquial.
¿Cómo se adquire la EPOC?
La causa más frecuente es el humo del tabaco.
¿Cuáles son sus síntomas?
Por largo tiempo la EPOC no produce molestias, por lo que su diagnóstico muchas veces es tardío. Los síntomas habituales son tos, flemas, y cansancio al hacer actividad física, los que los pacientes atribuyen a otras causas como tener muchas bronquitis, o estar en malas condiciones físicas.
¿Qué tan grave puede ser?
La EPOC va limitando la capacidad física llegando a producir dificultad para realizar las actividades básicas de la vida, como comer o vestirse. El daño producido puede ser irreversible. En sus últimos años los pacientes con EPOC grave viven solo para respirar.
Sin embargo la EPOC se puede prevenir y tratar.
¿Cómo sé si tengo EPOC?
El diagnóstico se sospecha por los síntomas descritos en personas que fuman, y se confirma con un examen de capacidad respiratoria llamado espirometría.
¿Cómo se puede prevenir o diagnosticar precozmente la EPOC?
La mejor prevención es no fumar o dejar de hacerlo lo antes posible. El Centro de Enfermedades Respiratorias de Clínica Las Condes ofrece un chequeo respiratorio para detectar precozmente EPOC y otras enfermedades pulmonares asociadas a fumar como el cáncer pulmonar.
¿Cómo sé trata la EPOC?
Lo primero es dejar de fumar antes que sea tarde. Hoy existen tratamientos efectivos y seguros para lograrlo. Cuando la enfermedad produce molestias se utilizan inhaladores bronco dilatadores. En etapas más avanzadas el uso de oxígeno y los programas de acondicionamiento o rehabilitación física son de gran ayuda.
¿Qué hacer?
- Dejar de fumar y evitar la exposición al humo del tabaco.
- Consulte sobre el chequeo respiratorio para fumadores.
- Consulte sobre el programa para dejar de fuma.
- Consulte sobre el programa de rehabilitación pulmonar
Día Mundial de la EPOC
En el marco del Día Mundial de la EPOC, se redoblan los esfuerzos de prevención y tratamiento de esta enfermedad. El objetivo que persiguen médicos y pacientes es lograr tratamientos apropiados que prevengan los síntomas y mejoren la calidad de vida de quienes sufren de una de las enfermedades más debilitantes que existen.
Los últimos datos muestran que la EPOC sigue siendo sub-diagnosticada, sub-tratada y manejada de manera poco óptima.
Esta patología ha aumentado su mortalidad a nivel mundial y se estima que se convertirá en la tercera causa de muerte para el año 2020.
A nivel nacional, los programas de salud en Atención Primaria en el país han detectado más de 100.000 casos de pacientes con EPOC, los cuales se encuentran bajo control y tratamiento. De éstos, se sabe que el 75% presenta dificultades para llevar a cabo actividades cotidianas como: subir escaleras, realizar tareas domésticas, bañarse y vestirse.
La EPOC es una enfermedad crónica que va produciendo una dificultad progresiva para eliminar el aire desde los pulmones debido a las alteraciones anatómicas ocasionadas por una inflamación en el pulmón. Su detección puede verse retrasada, ya que Inicialmente es asintomática durante un largo tiempo, lo que facilita su progresión.
La población afectada son habitualmente los mayores de 45 años y la intensidad de la enfermedad es variable de acuerdo a la susceptibilidad individual y a la magnitud del consumo de tabaco. De hecho, cerca de un 3% de los mayores de 45 años podrían tener la enfermedad.
La EPOC es el legado de la epidemia de tabaquismo. El desafío consiste en detener este nocivo hábito y detectar a las personas afectadas en etapas iniciales a través de exámenes con espirometría (medición ambulatoria de los flujos y volúmenes del pulmón), ya que es frecuente llegar a un diagnóstico cuando el paciente presenta dificultades para respirar (disnea), tos crónica o fatiga excesiva frente al esfuerzo físico.