Tener que dormir durante el día dificulta lograr las condiciones para un sueño reparador.
Dormir mal tiene consecuencias en la salud, que pueden afectar la salud física y psicológica.
Trabajar de noche le agrega una dificultad mayor a lograr un buen descanso, indica el doctor
Jorge Jorquera, broncopulmonar del Centro del Sueño de Clínica Las Condes.
Nuestro cuerpo utiliza la luz solar para regular sus ciclos naturales de sueño y vigilia, por lo que al tener turnos nocturnos impacta al
ritmo circadiano. “Uno debiera dormir cuando no hay luz, hay un desajuste tremendo y difícil de recuperar”, indica el especialista.
La mejor opción es reparar el cerebro durante el día, descansando de
6 a 7 horas en un espacio adecuado. “Con la intensidad de luz lo más oscuro posible, que no sea ruidoso, un espacio para descansar. Si no, hay un deterioro importante en la calidad de vida”, advierte.
En todos los casos, hay que intentar no usar medicamentos, sino tener una buena higiene del sueño, prepararse para ir a dormir y unos 15 a 30 minutos antes evitar el uso de pantallas, hacer algo más relajante y dormir más tranquilo.
Hay que estar atento a la
apnea del sueño, episodios de obstrucción en la faringe durante el sueño, que provoca pausas esporádicas en la respiración, lo que se manifiesta principalmente con el ronquido.
“Los síntomas son dos. Los ronquidos, a veces estrepitosos, y el sueño no reparador, despertando con excesiva somnolencia diurna”, dice el doctor.
Y uno de los principales
factores de riesgo es la obesidad. El grosor del cuello da una pista. “La circunferencia cervical, más que cualquier indicador, es la variable que mejor predice la apnea del sueño”, dice.
Por otro lado, si un hombre tiene
43 centímetros de cuello o más, o 38 centímetros en el caso de las mujeres, la probabilidad de padecer apnea se multiplica por seis.
“Es importante corroborar el diagnóstico con un especialista, porque roncar por más de diez años, por ejemplo, aumenta al doble la probabilidad de sufrir diabetes. Además de los riesgos cardiovasculares y depresión”, señala.