En algunos casos, la cirugía es funcional, no solo estética.
Con los años la piel va perdiendo elasticidad y la piel de la cara y especialmente de los párpados, no escapan a estos cambios, pero la
blefaroplastia te puede ayudar a repararlos.
La
doctora Alison Ford, cirujana plástica y reconstructiva de Clínica Las Condes, indica que esto provoca la
caída progresiva de las cejas y del exceso de piel de los parpados, que se pliegan sobre el párpado superior. “Cuando el exceso de piel de los párpados superiores es importante se va comprometiendo también el
campo visual. En estos casos, la cirugía se realiza por razones funcionales, no solamente estéticas”, dice.
La piel de los párpados es más delgada que la del resto del cuerpo. Su cirugía, comprende los parpados superiores e inferiores, pero con objetivos diferentes. “En los
párpados superiores el objetivo de la cirugía es remover la piel sobrante, sin afectar la adecuada función del párpado que es cubrir el ojo. Si hay bolsas de grasa en ellos, también se trata al mismo tiempo”.
En los párpados inferiores, en cambio, el objetivo de la cirugía no es remover piel (aunque en ocasiones se remueve un poco). “El foco está en tratar las
bolsas palpebrales que dan las ojeras y el aspecto de cansado. Las bolsas se pueden resecar parcialmente, o reposicionar para camuflar la perdida de volumen de las mejillas. La cirugía se puede realizar a través de una incisión en la piel bajo las pestañas o más frecuentemente por dentro del párpado”, indica la especialista.
En general, esta cirugía dura entre dos y dos horas y media y se realiza en forma ambulatoria ya sea con anestesia local con sedación o con anestesia general.
Los resultados de esta cirugía son evidentes ya en los primeros siete o diez días después de la cirugía, aunque todavía existe inflamación que comenzará a ceder con los días.