El Papanicolaou o PAP es el estudio de las células del cuello uterino que, mediante un análisis microscópico, permite evaluar alteraciones celulares que pueden estar reflejando una patología.
El PAP es un
examen ginecológico que se realiza en el chequeo anual con el ginecólogo. De esta forma, y con la mujer en posición ginecológica, se coloca un espéculo vaginal que
permite la visualización del cuello uterino, que habitualmente se toma con una pequeña tórula de algodón, y una segunda de la parte externa.
La recomendación es que todas las mujeres deben realizarse este examen
después de tres años de haber iniciado su vida sexual, hasta los 65 años, siempre que estos hayan sido normales.
Además,
deben hacerse de forma anual. Eventualmente, después de tres PAP normales podría realizarse cada 3 años, lo que debe conversarse con el ginecólogo.
¿Qué resultados puede arrojar?
El resultado de este examen puede ser normal.
Es decir, células cervicales normales. Cuando es anormal, significa que las células están alteradas y pueden reflejar una lesión premaligna del cuello uterino o células compatibles con cáncer de cuello uterino.
El PAP está diseñado para
detectar lesiones de la parte externa del cuello uterino, pero también puede descubrir alteraciones de la parte interna del cuello y, ocasionalmente, puede mostrar células alteradas que tengan relación con cáncer del endometrio y trompas de Falopio.
Cuando un resultado sale alterado, la paciente debe ser derivada a una unidad de patología cervical o a un ginecólogo oncólogo con el fin de hacer un estudio más específico del cuello uterino y, eventualmente, tomar biopsias cervicales, las que confirmarán diagnóstico y permitirán decidir los tratamientos a realizar.
¿Hay mujeres más propensas a desarrollar cáncer cervicouterino?
Existen factores de riesgo que aumentan
la posibilidad de desarrollar cáncer cervicouterino, entre ellos, la vida sexual activa con diversas parejas, el inicio precoz de actividad sexual, el consumo de cigarrillos y enfermedades o fármacos que disminuyan la inmunidad de las mujeres.
En Chile, el cáncer cervicouterino es la segunda causa de muerte en las mujeres con cáncer, pero es el primer motivo de fallecimiento en mujeres jóvenes.
El PAP ha sido la mejor estrategia en salud para disminuir la posibilidad de tener cáncer, el problema es que la cobertura, es decir,
el porcentaje de mujeres que lo realiza, es bajo. Si bien, ha mejorado en los últimos años, no es mayor al 65%, distando mucho de una cobertura ideal.
Con la colaboración de
Ginecología y Obstetricia de Clínica Las Condes.