La preeclampsia es una complicación grave del embarazo, que se caracteriza por hipertensión y proteínas en la orina, y se presenta después de la semana 20 de gestación. Ocurre en el 3% a 5% de los embarazos produciendo morbimortalidad substancial en la madre, el feto o neonato.
Buscando ser una ayuda en el tratamiento de esta enfermedad, recientemente el
Laboratorio Clínico de CLC, sumó
dos nuevos exámenes a su oferta, los que ayudarían a prevenir el desarrollo de la patología, junto a entregar medidas oportunas para reducir los riesgos asociados en el embarazo.
A continuación, te contamos cómo funcionan:
Los nuevos exámenes con que cuenta el laboratorio CLC son el inmunoensayo para la determinación cuantitativa del factor de crecimiento placentario
(PIGF) en suero humano y el test Elecsys sFlt1.
La
Dra. Susana Aguilera, gineco obstetra de CLC señala que incorporar estos exámenes permite seguir y cuidar de cerca a estas mujeres:
“La idea es detectar pacientes de alto riesgo para darles aspirina y reducir el riesgo en un 80% de los casos severos, como una forma de prevención.”
Las dos instancias en que se utilizan los exámenes durante el embarazo son:
1. Durante el primer trimestre, donde el
test de PIGF se utiliza como un indicador de
predicción de riesgo y prevención del desarrollo de la enfermedad. Este, se incorpora al examen de ultrasonido de rutina que se realiza a todas las embarazadas
entre las 11 y 14 semanas, el que junto a pruebas de presión arterial y doppler de arterias uterinas, permitiría detectar hasta un 90% de las mujeres que van a desarrollarla de forma severa antes de las 34 semanas.
Un cálculo de riesgo mayor a 1:100, es indicación de administración de aspirina infantil, tratamiento que ayuda a prevenir la aparición de este síndrome de forma severa en un 80% de los casos.
2. Posterior a las 20 semanas de embarazo, se utiliza
la relación PIGF y el examen sFlt1, para realizar un diagnóstico precoz (hasta 5 semanas) y detectar a las mujeres que desarrollarán
preeclampsia, además de conocer cómo evolucionará la enfermedad. Un valor muy alto de esta relación, se relaciona con severidad y gravedad de ésta, además de una menor duración o interrupción del embarazo.
La especialista, además, agrega que al no tener tratamiento curativo, el único que hoy existe es la interrupción del embarazo, por lo que el objetivo principal es utilizarlos como una instancia preventiva en primer lugar y luego, para hacer un diagnóstico precoz a partir de las 20 semanas.
“Con estos exámenes podemos conocer la evolución y severidad de la enfermedad, como si es necesario hospitalizar o no, o si se puede controlar de forma ambulatoria. Son decisiones importantes para el equipo médico y las mujeres, por los costos que puede tener.”, puntualiza.
Preeclampsia: ¿A qué síntomas se debe prestar atención?
Las mujeres con más riesgos de tener esta alteración son las primerizas, las madres adolescentes o de edad avanzada (sobre 35 años), por lo que es muy importante asistir a los controles médicos de forma regular con el equipo de especialistas y prestar atención a posibles síntomas para un mejor diagnóstico y tratamiento.
Dentro de los más comunes están:
- Presión arterial superior a 140/90 mmHg.
- Dolores de cabeza y alteraciones visuales
- Retención de líquidos en piernas o la cara
- Dolor abdominal
- Tinnitus
- Alteraciones visuales
- Edemas