El climaterio constituye una etapa de la vida de la mujer en la que se presenta una disminución de la actividad del ovario. Ésta se manifiesta en forma temprana como alteraciones en la menstruación, bochornos (sofocos), sudoraciones nocturnas, sequedad vaginal, problemas urinarios y trastornos psicológicos.
Otras consecuencias muy importantes de la falta de estrógeno (característica de la menopausia) son la osteoporosis y las enfermedades cardiovasculares.
Pese al aumento en las expectativas de vida y a la disminución en la edad de la menarquia, la edad de la menopausia natural ha permanecido estática. Como consecuencia, se espera que cerca de 1/3 de la vida de la mujer transcurra después de la menopausia.
Climaterio y menopausia
El climaterio es un período de tiempo durante el cual la mujer pasa de la vida reproductiva a la no-reproductiva. En promedio, el climaterio se inicia a los 40 años y se caracteriza por una disminución de la actividad ovárica, prolongándose hasta la senectud.
La menopausia es simplemente la fecha de la última menstruación en la vida de una mujer mayor de 40 años, y se hace alusión a ella cuando han pasado 12 meses sin que haya presentado sangrado vaginal. De este modo, marca el fin de la vida fértil de una mujer.
Sin embargo, debido a que el período que rodea a la menopausia está frecuentemente asociado a síntomas que pueden persistir por muchos años, el climaterio es más comúnmente definido como aquella fase más larga en el proceso de la vejez cuando las mujeres pasan de la etapa reproductiva a la no reproductiva de sus vidas.
Esta fase no reproductiva está marcada por una disminución de las hormonas reproductoras, particularmente la hormona femenina estrógeno. Muchos de los problemas asociados con la menopausia han sido relacionados al estado de deficiencia de estrógenos en la mujer.
Biológicamente, la menopausia se produce cuando se acaba tanto la ovulación como la liberación de estrógenos por parte de los ovarios.
Una menopausia prematura (antes de los 40 años) puede ocurrir como resultado de las anormalidades hormonales o después de la extirpación de los ovarios (una "menopausia quirúrgica").
Síntomas
Todos los síntomas de la menopausia a corto, mediano y largo plazo son el resultado de una deficiencia de hormonas sexuales.
Los principales síntomas o signos a corto plazo son:
- Ciclos irregulares.
- Bochornos y sudoración nocturna.
- Alteraciones en el estado de ánimo, y disminución en el interés sexual
Síntomas como bochornos y sudoraciones nocturnas son transitorios y tienden a ser más bien a corto plazo (varían en duración, desde unos cuantos meses hasta diez años).
Son los síntomas más comunes, sin embargo, otras molestias como dolor de cabeza, nerviosismo, palpitaciones, irritabilidad y astenia también pueden presentarse.
Posteriormente, se presenta:
- Sequedad vaginal.
- Incontinencia urinaria.
- Infecciones urinarias frecuentes.
- Envejecimiento de la piel.
Síntomas a largo plazo:
- Osteoporosis
- Enfermedades cardiovasculares
Debido a que los síntomas y signos pueden producirse en diferentes momentos de la menopausia (antes, durante y después), y pueden ser generalizados o locales, su tratamiento es individual, buscando terapias que reconozcan las circunstancias de la mujer (perimenopáusica o posmenopáusica) y sus síntomas (locales o generalizados).
Efectos de la menopausia a largo plazo
Muchos de los síntomas son más bien de corto plazo, sin embargo, hay algunas consecuencias de la deficiencia de hormonas sexuales que continúan en los años posteriores. Éstos pueden ser síntomas o fenómenos que se producen uno o dos años después de la menopausia, o pueden incluso tener consecuencias para la salud a largo plazo.
Los síntomas urogenitales locales son muy comunes en las mujeres posmenopáusicas, y su incidencia aumenta con la edad. Los estudios muestran que más del 50% de las mujeres mayores de 60 años se quejan, en cierto grado, por dichos síntomas.
La disminución de los niveles de estrógenos durante y después de la menopausia significa que las células tisulares de la vagina y del tracto urinario inferior no se estimulan como antes. Esto da como resultado un adelgazamiento de la superficie, condición que los médicos denominan "atrofia".
Las consecuencias más comunes de atrofia son:
- Sequedad vaginal.
- Relación sexual dolorosa (dispareunia).
- Comezón e irritación (prurito).
- Descarga o flujo.
- Infección urinaria repetida.
A diferencia de los síntomas vasomotores, los síntomas vaginales y uretales no son transitorios y tienden a volverse más comunes y severos a medida que avanza la edad.
La atrofia de vejiga y/o uretra puede producir problemas de incontinencia urinaria. Esto, en combinación con la atrofia de la vagina puede estimular la infección recurrente del tracto urinario. Ambas pueden asociarse a la deficiencia de estrógenos y causar problemas severos en la calidad de vida.
Sin embargo, a largo plazo, las consecuencias más serias de la deficiencia de estrógenos son la reducción del volumen óseo, osteoporosis, y tal vez la enfermedad al corazón. El riesgo de fracturas como resultado de la reducción del volumen óseo aumenta considerablemente después de la menopausia, y sólo después de ésta el riesgo de ataque cardiaco y accidente cerebrovascular en la mujer aumenta al mismo nivel que se ve en los hombres de la misma edad.
Tratamiento
La terapia hormonal se usa desde hace muchos años. Su uso brinda beneficios.
Actualmente, existen una amplia variedad de preparados de TH con ingredientes y rutas de aplicación diferentes, lo que significa que la terapia puede adaptarse mejor a las necesidades individuales de cada mujer.
Existen diferentes tipos de terapias hormonales para la menopausia. Éstas incluyen terapias con o sin estrógeno, los que pueden ir combinados con progestágenos cuando se tiene útero y, ocasionalmente, con andrógenos, o solos cuando no hay útero.
En las TH con estrógeno, ésta es la hormona esencial, que puede ser administrado en forma continua o clíclica (con descanso mensual).
El progestágeno se agrega a las mujeres con útero para proteger el endometrio contra la hiperplasia y el posible riesgo de cáncer a este nivel. La administración del progestágeno dura de 10 a 14 días por ciclo, dependiendo del tipo que se use. Al final del período de uso del progestágeno, comúnmente se produce un sangrado que es similar al de la menstruación normal.
El andrógeno se utiliza como parte de la TH. El andrógeno es una hormona conocida como masculina, pero también se produce en la mujer, donde cumple varias funciones: en la conducta, ánimo, deseo sexual y metabolismo corporal.
En cuanto a los estrógenos, actualmente existen tres rutas principales de administración para lograr efectos generales:
- Oral (en tableta o comprimido).
- Subcutánea (debajo de la piel) en forma de implante.
- Transdérmica (a través de la piel) en forma de gel o de parche.
Los tres métodos son eficaces para eliminar los bochornos y otros síntomas, y probablemente también en dar protección a largo plazo contra la osteoporosis.
Para los trastornos urogenitales, se pueden usar estrógenos locales a nivel vaginal, ya sea en cremas, tabletas u óvulos vaginales.