Es fundamental que el tratamiento sea el adecuado para el paciente, quién debe estar bien informado, encargarse de llevarlo de forma regular y con las dosis adecuadas, para evitar o minimizar las crisis.
“Sufro asma desde niño, desde la época de colegio, pero en esos años no se conocía como tal, sino sólo como un resfriado común. Con el paso del tiempo, los resfríos desencadenaron en una dificultad respiratoria importante, lo que me llevó a consultar con un especialista. Así, conocí al doctor Henry Olivi, Broncopulmonar Adulto de Clínica Las Condes.
A los 21 años, actualmente de 66, mi enfermedad fue diagnosticada como Asma Bronquial severa, siendo difícil de tratar, ya que no existían los medicamentos y tratamientos de hoy. En un principio, comencé con hospitalizaciones, con el uso de medicamentos con corticoides que se usan para prevenir y tratar los resoplos y la dificultad para respirar, además de broncovasodilatadores.
Luego de visitas y conversaciones, el doctor Henry Olivi, descubrió que un factor importante en mi asma podría ser derivado de un reflujo estomacal, por lo que comencé a tomar un medicamento que reduce la cantidad de ácido del estómago y que se utiliza para tratar y prevenir la acidez, lo que disminuyó notablemente mis molestias.
El asma de Daniel, además de ser persistente, se caracteriza por ser de difícil control, y requiere de tratamiento permanente, en algunos periodos de dosis más altas de medicamento controlador, evitar la exposición a los alérgenos y los factores gatillantes de forma más estricta, lo que significa un muy buen manejo de las alergias a inhalantes o alimentarias, y tratamiento de las comorbilidades o enfermedades asociadas. En su caso, evitar sobrepeso, manejo de reflujo gastroesofágico, suprimir el tabaquismo, entre otros factores.
“La alergia de Daniel ha sido más compleja, con un cuadro intenso, por las otras patologías asociadas como: la obesidad, reflujo, rinitis alérgica y algunos episodios de sinusitis. Además, a partir de los 40 años comenzó a presentar apnea del sueño, afección con marcados antecedentes familiares, que progresó de forma rápida acentuando su reflujo gastro esofágico y poniendo en riesgo el control de su asma. factores que agravan su enfermedad. Afortunadamente su apnea ha respondido muy bien al tratamiento con CPAP nasal, manteniendo su buen sueño y evitando varias complicaciones, explica el doctor Olivi.
Tratamiento del asma y cuidado en las crisis
Es fundamental que el tratamiento sea el adecuado para el paciente, quién debe estar bien informado, encargarse de llevarlo de forma regular y con las dosis adecuadas, para evitar o minimizar las crisis.
En esta enfermedad, presentar una crisis significa una exacerbación generalmente aguda y rápida del asma, con obstrucción severa que no cede al tratamiento rescate habitual.
Frente a una crisis, el paciente debe realizar cuidados de automanejo que ya conoce, y consultar para un tratamiento específico precoz de la crisis. De esta forma, evitará que la obstrucción se intensifique y que su vida esté en riesgo.
“El tratamiento para el asma persistente es efectivo y se basa fundamentalmente en inhaladores que tienen la ventaja de actuar directamente en la vía aérea con poco o ningún efecto en el resto del organismo. Si el tratamiento se realiza de forma adecuada, los bronquios estarán desinflamados, menos expuestos a gatillantes como el ejercicio, los deportes y las virosis, lo que permitirá que se reduzcan o ausenten las crisis y, así evitar el uso de corticoides orales y sus efectos colaterales”, explica el doctor Olivi.
Daniel disminuyó actividad física hace bastante tiempo, pero este tratamiento le ha permitido volver a hacer ejercicio adecuadamente y mejorar su calidad de vida. Esto lo ha logrado mediante medicamentos controladores, medicamentos de rescate, y por mantenerse bien informado acerca de su uso, indicación y riesgos.
Sin duda, que Daniel ha debido cambiar sus hábitos para ser capaz de conllevar esta enfermedad, quien, además, de su tratamiento habitual, decidió irse a vivir fuera de Santiago para mantenerse lejos de la contaminación, a un lugar con menos cambios de la temperatura ambiental y con menos riesgo de contagio de virosis respiratorias en los meses de invierno. Un micro clima muy especial que le ayuda mucho a mejorar su calidad de vida.
Para él, la ayuda del doctor Olivi ha sido fundamental en su tratamiento, quien, además, lo ha hecho comprender que los pacientes que padecen esta afección deben aspirar a tener una vida normal y plena, manteniendo un tratamiento regular y permanente, bien informado, con automanejo eficiente, y un tratamiento precoz de las exacerbaciones con controles periódicos.
“El asma es completamente llevable, donde hay que tratar de autoconocerse y procurar hacer la vida que nos conviene de acuerdo a esta enfermedad”, cuenta Daniel.
Desde el punto de vista médico y de la especialidad, para el doctor Henry “ha sido una satisfacción haber podido ayudar y tener la confianza de Daniel por todos estos años, logrando que él no se limite en su desarrollo profesional y personal a través de un buen automanejo, lo que quiere decir que comprenda su enfermedad y tratamiento”, explica.
Para las personas que padecen esta enfermedad, es importante nunca dejar el tratamiento. De esta forma se mantiene la vía sin inflamación, minimiza los síntomas, permite tener actividad física completa y buena calidad de vida. Además, disminuye los riesgos de exacerbación frente a situaciones inesperadas (como virosis respiratoria o exposición involuntaria a los alérgenos gatillantes) y evita que no se produzca un daño irreversible de la vía aérea.