Este jueves, se estrenó la película “La memoria infinita” que aborda la enfermedad del conocido periodista chileno Augusto Góngora, quien padeció varios años de Alzheimer y falleció en mayo de este año.
¿Qué es el Alzheimer?
Desde el
Departamento de Geriatría de Clínica Las Condes, explican que el Alzheimer “es una enfermedad degenerativa del sistema nervioso central que causa
pérdida significativa de uno o más dominios cognitivos que lleva a una disminución progresiva de la capacidad funcional y cognitiva. Forma parte de un grupo de enfermedades que llevan al paciente a la
demencia”.
Según los especialistas, “los primeros síntomas son siempre
malinterpretados por el paciente y familiares cercanos, confundiéndolos con pérdidas cognitivas normales a medida que se envejece”.
Alteración de la memoria es el síntoma clave
“Lo primero que se altera es la memoria reciente y la capacidad de aprender y retener nuevas materias” sostienen los doctores.
En esa línea, se debe poner atención cuando una persona mayor deja de realizar tareas complejas y que son habituales, como por ejemplo:
¿Qué se debe hacer frente a estas conductas?
Si se observa que la persona presenta alguna de las conductas anteriormente mencionadas, lo adecuado es consultar con un especialista, ya que no necesariamente se asocian al Alzheimer, sino que, a otras enfermedades como
depresión, hipotiroidismo, déficit de vitaminas o efectos adversos de medicamentos, entre otras causas.
¿Cuál es el tratamiento?
En la enfermedad de Alzheimer, “la meta del tratamiento apunta a mejorar la calidad de vida del paciente y su familia, maximizando su capacidad de funcionar lo más autónomamente posible, estabilizando la capacidad cognitiva, el ánimo y la conducta mediante tratamiento farmacológico y conductual”, explican los geriatras.
En cuanto al tratamiento farmacológico, los especialistas indican que este “ha
mostrado efectos muy modestos, incluso los últimos medicamentos experimentales. El entrenamiento a través de actividades de orientación, reentrenamiento cognitivo y de memoria han mostrado beneficios en personas con demencia inicial y moderada. También hay datos que apoyan que el
ejercicio físico adecuado ayuda a la mejoría de la capacidad cognitiva, funcional y conductual”.