A nivel mundial, el Coronavirus ha afectado principalmente a los adultos mayores, entonces, ¿cómo cuidar adecuadamente de ellos en sus hogares o residencias? Revisa los consejos de nuestros especialistas:
Chile es un país envejecido, por lo que existe una responsabilidad adicional con el adulto mayor. Así lo afirma la
doctora Adela Herrera, Jefe de la Unidad de Geriatría de Clínica Las Condes, quien explica que “es necesario y atingente elaborar una actualización en las recomendaciones para la prevención del
COVID -19, particularmente para aquellos que viven en residencias de adultos mayores”.
Según la doctora Herrera, quien también es parte del equipo del
Centro Integral del Adulto Mayor, “estas residencias son lugares considerablemente más vulnerables, por lo que es urgente potenciarlos,
reforzando las plantillas con personal y elementos sanitarios, con más recursos y con
equipos de protección personal para los profesionales que trabajan ahí. Por eso, el Ministerio de Salud ha de dictar una orden de cumplimiento obligado para
mejorar la atención y la seguridad sanitaria en todas las residencias, personas dependientes y personas con discapacidad”, dice la especialista.
Cabe mencionar que la situación que hoy nos toca vivir es muy dinámica y que, tanto la información como la evidencia, va cambiando muy rápido. Por esta razón, las recomendaciones que entregaremos están en continua revisión y podrán ser modificadas si la situación epidemiológica y las opciones terapéuticas así lo requieren.
Características de los adultos mayores que viven en una residencia
Los
adultos mayores institucionalizados presentan características que los hacen vulnerables a la infección por COVID-19:
- Generalmente se trata de personas altamente dependientes y con edad avanzada.
- Con frecuencia presentan diversas enfermedades o comorbilidad.
- Comparten el entorno habitual con cuidadores y otros residentes.
- Es frecuente que la vida diaria estos AM se desarrolla en lugares cerrados, donde se comparte el espacio con otras personas, también vulnerables.
“Es por este motivo que en las residencias es donde debemos redoblar el esfuerzo en la prevención de esta enfermedad”, agrega la doctora Herrera.
Recomendaciones
- Mantener las medidas generales de higiene y prevención ya conocidas por todos y, más aún, sabiendo que este es el principal factor protector ante esta infección.
Para el ingreso del personal se sugiere:
- Retirar el calzado con el que llega, colocarlo en una bolsa y usar otro calzado exclusivo para el horario de trabajo.
- Realizar higiene de manos con agua y jabón, utilizando toalla de papel para secado.
- Cambio de ropa y colocar el uniforme de trabajo. Volver a higienizarse las manos antes de iniciar el trabajo. Al retirarse, harán el mismo procedimiento.
- El personal no podrá circular fuera de la residencia con la ropa con la cual trabaja. Se solicita a todos los funcionarios que fuera del horario de trabajo tomen todas las medidas de prevención que las autoridades sanitarias sugieren para la población general.
- Ante el posible déficit de personal, se tendrá una lista alternativa y cualquier trabajador de la residencia quedará habilitado para realizar las tareas de cuidador previa educación por parte del director técnico de la residencia.
- Promover que el personal de las residencias de adultos mayores, independientemente de cuál sea su función, use mascarillas durante todo el horario de trabajo.
- Acompañar y promover la campaña de vacunación antigripal, estimulando a que se vacunen todos los residentes, así como todo el personal de los establecimientos. En el caso de los residentes que no han recibido la vacuna antineumocócica, recomendamos que la reciban junto con la antigripal.
- Ante la aparición de un caso positivo de Coronavirus en una residencia, se recomienda realizar test a todos los residentes y al personal del establecimiento. Con esta medida, podremos identificar a los residentes positivos, para poder realizar el tratamiento correspondiente con las medidas de aislamiento pautadas, y así poder evitar la propagación de la enfermedad. Y con el personal nos va a permitir identificar a los positivos para realizar el tratamiento adecuado (y respectivo estudio a contactos de éstos fuera de su lugar de trabajo) y los que son negativos, podrán volver a sus tareas rápidamente.
- Ante la posibilidad de un nuevo ingreso, recomendamos realizar medidas de aislamiento y solicitar test (una vez ingresado al establecimiento), para descartar que ingrese un caso positivo. Si el resultado es negativo, el paciente se podrá integrar al normal funcionamiento del establecimiento. Si es positivo se actuará en consecuencia.
- Mantener la restricción de las visitas, salvo en situaciones excepcionales (por ejemplo, pacientes en etapa terminal). Se van a presentar casos positivos ante los cuales se podrán plantear medidas diferentes de acuerdo a la situación clínica del paciente. En la situación de crisis del sistema sanitario, es preciso valorar a aquellos pacientes que menos se benefician del ingreso hospitalario. La edad por sí sola no será un criterio para no realizar el traslado. En todos los casos se tendrá en cuenta si el paciente cuenta con directrices anticipadas.
Por otro lado, se han definido los siguientes criterios para aquellos pacientes que no se beneficiarán del ingreso hospitalario:
- Pacientes en situación de final de vida subsidiarios de cuidados paliativos.
- Pacientes con criterios de terminalidad oncológica, de enfermedades de órgano avanzada.
- Pacientes con criterios de terminalidad neurodegenerativa (GDS de 7).
- Deterioro funcional severo (definidos por Barthel <25).
- Deterioro funcional grave (Barthel 25-40) más deterioro cognitivo moderado (GDS 5): lo ideal sería visita/ atención en la propia residencia.
“Para finalizar, es importante enfatizar en que es absolutamente encomiable la
solidaridad de la ciudadanía, por lo que debemos impulsarla decididamente. Las municipalidades y las organizaciones de la sociedad civil del lugar de residencia son quienes mejor pueden canalizar esa expresión de solidaridad”, enfatiza la doctora Herrera.
GDS (Global Deterioration Scale)
- GDS de 7: defecto cognitivo muy grave. Se corresponde con una demencia en estadio grave.
Índice de Barthel
El índice de Barthel (IB) es un instrumento que mide la capacidad de una persona para realizar diez actividades de la vida diaria (AVD), consideradas como básicas, obteniéndose una estimación cuantitativa de su grado de independencia.
Interpretación:
- 0 – 20: Dependencia total
- 21 – 60: Dependencia severa
- 61 – 90: Dependencia moderada
- 91 – 99: Dependencia escasa
- 100: Independencia
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