La Alergia alimentaria (AA), es una reacción de hipersensibilidad frente a antígenos alimentarios. Su incidencia, ha ido en aumento, alcanzando una prevalencia de 2 al 4% en adultos y 8% en los niños .Muchas veces se remite en el tiempo y es reemplazada por alergias respiratorias como la rinitis y el asma constituyéndose la denominada marcha atópica.
Los cuadros clínicos pueden manifestase a nivel cutáneo, gastrointestinal, respiratorio y generalizado o sistémico.
En la piel la alergia alimentaria se puede manifestar como ronchas o urticaria o como aumento de volumen o angioedema de labios o párpados. La dermatitis atópica, en especial las moderadas a severas, pueden ser la expresión de una.
A nivel digestivo se puede presentar como síndrome oral (prurito oro-faríngeo, asociado a edema labial, del paladar y ocasionalmente angioedema de laringe) y los síntomas de hipersensibilidad gastro-intestinal (vómitos, cólicos intestinales y diarrea en pocos minutos luego de la ingesta de alimentos).
Las esofagitis, gastritis y gastroenteritis eosinofílicas, corresponden a otra manifestación de alergia alimentaria, cuyo diagnóstico requiere de la demostración por biopsia de un infiltrado eosinofílico a nivel de la mucosa, en la cual debe siempre debe estudiarse.
A nivel generalizado se manifiesta como anafilaxia o shock anafiláctico que es la manifestación más grave de una alergia en la cual se pueden presentar síntomas en la piel (urticaria angioedema), respiratorios (falta de aire por angiedema de laringe o broncoespasmo) digestivos (náuseas, vómitos y diarrea) y cardiovasculares (baja de la presión arterial y taquicardia).