La Unidad de Alergia e Inmunología está enfocada al estudio y tratamiento tanto de enfermedades alérgicas como fallas en nuestro sistema de defensas, con una visión colaborativa integral y continua con otras especialidades, y con un seguimiento de los pacientes desde la infancia hasta la adultez.
En el ámbito de las ALERGIAS RESPIRATORIAS, trabajamos en estrecha colaboración con otras especialidades como otorrinolaringología, broncopulmonar, dermatología y oftalmología, buscando las causas de las alergias respiratorias o cutáneas y, sobre todo, realizando las inmunoterapias en aquellos casos más complejos. Este tipo de tratamientos, que contempla el uso de vacunas, es altamente efectivo; asimismo, una de las indicaciones que a veces se olvida es la alergia a picaduras de abejas y avispas: estas picaduras son una causa importante de shock alérgico y deben ser tratadas con estas inyecciones mensuales.
Otro problema alérgico frecuente que evaluamos en profundidad son las ALERGIAS ALIMENTARIAS, realizando el diagnóstico y las sugerencias de dieta en forma personalizada, además de acompañar a los pacientes a lo largo de su ciclo vital. En general se diagnostica la alergia alimentaria en la infancia; algunas mejoran, como la alergia a la proteína de la leche de vaca; otras permanecen a lo largo de la vida, como la alergia al maní; algunas aparecen en la adolescencia como la alergia a frutas y vegetales. Finalmente, otras aparecen en la adultez, como es el caso de la alergia a mariscos. Una intervención novedosa para este tipo de pacientes es la realización de desensibilizaciones, que tienen el objetivo de lograr tolerancia a los alimentos.
Las ALERGIAS A MEDICAMENTOS también constituyen un problema clínico frecuente en nuestra especialidad. En estos casos, luego del tratamiento de la reacción alérgica, realizamos el estudio etiológico, las recomendaciones para futuros tratamientos y en algunos casos, desensibilizaciones.
Es importante saber que los siguientes casos debieran consultar para pesquisar alguna inmunodeficiencia: historia de infecciones graves y a repetición. Por ejemplo, neumonías, sinusitis y otitis recurrentes, así como también si se presentan infecciones digestivas o cutáneas atípicas, infecciones frecuentes por virus como herpes o verrugas.